Lucía Dominguín ha germinado como uno de los rostros revelación de la temporada televisiva. Si bien pasó algo desapercibida durante su participación en 'Masterchef Celebrity', Telecinco ha sabido explotar su personalidad sanadora, limpiadora de chacras y pesadilla del departamento de peluquería (a todo el que pilla le planta una diadema de flores en la mirla) a raíz de la participación de su hija Palito en 'Supervivientes'.
Este jueves 12 de agosto, ha vuelto a aflorar en Lucía su vena cocinillas y se ha enfrentado junto a Cristina Cifuentes, con la que ha hecho equipo, al veredicto de los colaboradores de Telecinco en 'La Última Cena', que viene a ser un formato híbrido entre 'Ven a Cenar conmigo', una gala cutre de José Luis Moreno, el talent show culinario de TVE y un botellón en casa de un/una colega con dinerales.
Tras haberla liado parda con una frigo-pasta carbonara que sirvieron a temperatura ambiente (en el caso de Walt Disney), un trampantojo de chocolate con churros que en realidad eran patatas con crema de morcilla y un flan que casi acaba con la vida de Tom Brusse, la que parece más gemelier de Mercedes Milá que hermana de Miguel Bosé recibió una sorpresa muy especial: la llamada de sus tres hijos.
Olfo Bosé, hijo de Lucía y Alejandro Salvatore; Jara y Palito Dominguín, frutos de la relación de la hermana del cantante con Carlos Tristancho, quisieron apoyar a su madre en este día de borrachera con los rostros telecinqueros más habituales a través de una videollamada, esa forma de comunicación de la que acabamos hasta "el palito" durante el confinamiento.
Lucía no pudo contener la emoción, no fuera a ser que regara con sus lágrimas las plantas de las cabezas de sus compañeros y empezaran a crecer. "Son mi debilidad, pero esto no va de llorar, va de alegría", comentaba tras escuchar a sus hijos decirle lo orgullosos que estaban de ella y lo bien que se lo habían pasado viéndola hacer unas cremas con Cristina Cifuentes (el colmo de los colmos), que seguro que se metió un tupper en el bolso.
Sin embargo, a pesar de las tres ventanitas abiertas del Skype, la Dominguín sigue negándose a hablar de sus hijos como una camada de tres ya que fue, es y siempre será la mamá de cuatro criaturitas. Teniendo a Olfo, Palito y Jara delante, mami Lucía quiso rendir homenaje a la otra hija que tuvo con Alejandro Salvatore y que se le fue mucho antes de tiempo, la icónica Bimba Bosé.
“La que más me enseñó ha sido Bimba con su partida, es la que me ha enseñado, ahí te das cuenta de que nacemos para morir, pero la muerte es un paso más allá, es la muerte de este físico, no de tu corazón, de tu alma, de tus amores, no sabría explicarlo”, compartió Lucía con la audiencia y con Paz Padilla, experta en estos temas, recordando la trágica muerte de su hija en el año 2017.
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