La Lozano ha hecho una de las suyas. Ayer, Kiko Hernández desvelaba en pleno directo la verdad sobre Lydia y su soberbia. La colaboradora no es una mujer cualquiera. Es la reina del chuminero, la princesa de las mechas y la jequesa del drama, y como buen diva telecinquera, exige un diseñador que esté a su altura. Ana María Aldón, por lo visto, no está al nivel.
La tertuliana lo manifestó en privado, pero ha sido el propio Hernández el encargado de sacar a relucir el último trapo sucio de su compañera. Al parecer, Lydia puso a caer de un burro a la esposa de Ortega Cano por su labor como diseñadora y se niega a lucir sus diseños. Cuando Kikito soltó el bombazo, la Lozano no tardó en reaccionar para limpiar su imagen.
"Me han dicho que ya tiene mi vestido hecho y solo he dicho que yo ni si quiera lo he visto y que no me ha preguntado nada: si quiero enseñar espalda, esconder brazo, mis colores favoritos... No sé cuál es el peinado que voy a llevar, qué zapatos... A una clienta se le consulta y ella me tenía que haber consultado, nada más", decía Lydia intentando excusar su mal comportamiento.
Ana María, lejos de entrar al trapo, prefirió quedar como una verdadera profesional: "Le he hecho un diseño especial y he tenido en cuenta su color de pelo, de ojos, de piel, de venas, sus gustos y que tiene el brazo escayolado, para que no se le vea... Si aun así no le gusta, pues no pasa nada, que no se lo ponga".
El público aplaudió en masa a la mujer de Ortega, y Lydia, acostumbrada al calor de los vítores, se quedó chafada. La pregunta es, ¿desfilará la periodista con el diseño de Aldón? ¿O seguirá negándose en rotundo?
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