Rocío Flores pasa por quirófano tras la supuesta ruptura de Marta Riesco y Antonio David

La hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco se ha sometido a su primer intervención estética. En mitad de la polémica por la supuesta ruptura del ex guardia civil y Marta Riesco, la colaboradora de 'El Programa de Ana Rosa' se ha hecho un María Pombo en toda regla y ha puesto fin a su mayor complejo: el pecho.

Diego Arrabal, el calvo 2.0 de 'Viva la Vida', soltaba ayer el bombazo: Antonio David y Marta Riesco han roto su relación. Al parecer, el revuelo mediático generado en Telecinco a raíz de la publicación de las famosas fotos de AntonioDá junto a la reportera ha desgastado la relación, y según el paparazzi, los tortolitos han decidido poner fin a su idilio.

Aunque ninguno de ellos ha confirmado la ruptura, lo cierto es que Riesco intervino ayer en 'Sálvame' visiblemente nerviosa. En una conexión desde Vitoria, donde la reportera se encarga de hacer el seguimiento a Urdangarin, Marta aseguró que tomará acciones legales contra Anabel Pantoja. Y como no podía ser de otro modo, se lió parda en plató.

En mitad de aquel escándalo, Rocío Flores decidía pasar por quirófano para retocar sus 'tetis'. Según Kiko Hernández, la joven habría decidido someterse a un aumento de pecho. Vaya, parece que el fichaje de la hija de la Carrasco en Mediaset ya ha dado sus frutos: como buena telecinquera, Ro ya es adicta a los retoquitos estéticos.

Desde su cuenta de Instagram, la muchacha ha hecho público el parte médico tras la operación: "Me paso por aquí solamente para deciros que todo está bien, todo ha salido genial. Efectivamente, me he operado el pecho. Tenía muchísimas ganas de hacerlo. Cuando me encuentre un poquito mejor or iré contando todo el proceso", ha dicho.

Tal y como han asegurado en 'Sálvame', ha sido el propio AntonioDá quien ha acompañado a su hija en la intervención, y al recibir el alta, ambos han puesto rumbo al domicilio familiar en Málaga. Riesco, por su parte, continua en Vitoria a la espera de nuevas declaraciones de Urdangarin. Y la pobre Olga Moreno, imaginamos, debe estar hasta el mismísimo de tanta movida. ¡Madre mía, menudo chow tienen montado!