La hija de Rocío Carrasco no está en su mejor momento. Desde que se hiciera público el noviazgo de Marta Riesco y Antonio David, la pobre Rocío Flores no ha ganado para disgustos. Fue engañada por su padre, traicionada por su amiga y tuvo que aguantar el llanto de la mujer que la crió, Olga Moreno. Por no hablar de la presión mediática, las apariciones de la Carrasco en televisión o las continuas pullitas de Jorge Javier hacia la familia Flores.
La pobre muchacha tiene el cielo ganado. Desde hace un tiempo a esta parte, Rocío Flores vive apenada por lo sucedido en su familia. Jamás pensó que su padre engañaría a Olga, confiaba en la unidad familiar de la que tanto presumió AntonioDá durante años, pero todo resultó una farsa. De golpe y porrazo, se topó con la relación extramatrimonial de su padre, que llevaba dos años haciendo manitas con una reportera de Telecinco.
Entonces comenzó el declive. Con Olga Moreno destrozada y Deivid en 'Riesco' de abandonar el nido para vivir junto a su nueva churri, Rocío Flores se mostró hecha un trapo en televisión. Apareció en 'El Programa de AR' visiblemente afectada, con unas ojeras que le llegaban hasta los tobillos y un puchero constante. "No levanta cabeza. Se encuentra totalmente sobrepasada por todo lo que está viviendo", aseguran desde el entorno de la joven a La Razón.
Tras conocerse la ruptura de AntonioDá y Marta Riesco, el ex de la Carrasco ha regresado al domicilio que comparte con Olga en Málaga. Aunque confirmaron la separación, ambos habrían decidido seguir compartiendo piso para mantener la unión familiar. Mientras tanto, Rocío Flores (también conocida como 'la desolada'), dedica sus días a recuperarse de su última operación de pecho.
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