Paz Padilla ha sentado su culete en el show que capitanea Toñi Moreno en territorio andaluz, 'Gente Maravillosa', para darle a la sin hueso sobre sus quehaceres diarios después de la bronca monumental que protagonizó con la queen de los gazpachos y salmorejos de bote, Belén Esteban.
Aunque dicha movida le costó el despido de Mediaset, la presentadora está la mar de a gustito con su vida ya que lo único que necesita es paz: "Ya he tenido fama, popularidad, ya lo he tenido todo... Ahora quiero tiempo para estar con mi gente, cerca del mar, cerca de mi Cádiz... ¿Sabes lo que he llorado por no ver mi mar? Me levantaba y solo veía montañas y cemento".
Toñi (AKA, Mari Tere Campos 2.0) ha hecho que la gaditana llore cual magdalena hipercalórica al enseñarle un video de su retoña, Anna Ferrer, donde desvela lo mucho que quiere a su mami: "Yo siempre digo que soy la madre de las dos", decía la influencer en la obra audiovisual no apta para corazones sensibles. "Ni en 100 años podría agradecer lo que haces por mí. Esto nunca va a cambiar porque somos una", le ha confesado la autora de 'El humor de mi vida'.
La dueña y señora del business de trapitos 'No ni ná' no ha podido evitar que se le caiga la babita cada vez que le tocaba hablar de lo buenísima hija que ha sido siempre su chiquilla con ella: "Yo solo quería darle una buena educación y que sepa sobrevivir en este mundo ella sola, que tenga resiliencia y una buena carrera".
"Siempre le digo no dependas de nada y que el precio lo ponga ella. Y el lugar donde tiene que llegar lo pone ella. Y ahora la veo tan preparada, tan fuerte y segura que no me da miedo dejarla aquí. Es una niña muy feliz", ha sentenciado la humorista.
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