Bertín y Gabriela no llegan a un entendimiento. Se compenetraron a la perfección sobre el colchón, pero cuando llegó el embarazo, la cosa se puso tensa. La pasión desapareció y Bertín cortó cualquier contacto. Ella se sintió sola, desamparada y asfixiada por la prensa. Enfermó, dejó el trabajo y se obligó a mantener la calma por el bien de su bebé. Mientras tanto, Osborne hacía su vida.
Aseguró que se encargaría de cualquier aspecto económico, pero poco más ha vuelto a saberse de las intenciones de Bertín con su futuro hijo. A juzgar por las últimas palabras de Guillén, es evidente que al cantante no le apetece ser padre de nuevo: "No ha estado pendiente. Le llamé cuando fui al hospital (...) Le llamé con intención de contarle que había ido a urgencias y qué tal el bebé y todo y no recibí más noticias de él. No sé qué le está pasando".
Lo que está pasando, señoras y señores, es que Bertín y la mujer a la que tantas noches abrazó no llegan a una acuerdo. Paloma García-Pelayo, periodista y colaboradora de 'Y ahora Sonsoles', lo dejó claro: "Después de intentar llegar a un acuerdo con abogados, hay un documento que Gabriela debía firmar y ella decide no firmarlo, no estaba por la labor".
"Si tú recibes dinero, tienes que justificarlo de alguna manera", añadía. "Es un acuerdo voluntario, pero cuando intenta regularizar la situación es cuando la joven dice que no. Yo no sé si llegarán a un acuerdo y ella entrará en razón", sentencia Paloma desde los estudios de Antena 3.
Es decir, al parecer, Guillén prefería no declarar parte del dinero que Bertín estaba dispuesto a pagarle. Una teoría que García-Pelayo ha hecho pública y que, posiblemente, haya sido el propio Osborne el encargado de que así fuera. A Guillén, desde luego, no le beneficia.
Fotos: Telecinco
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