La emisión de ayer jueves 23 de marzo de 'El Hormiguero' pareció más bien una tarde de cerves y tapas entre coleguis. Y es que nuestro adorado Alejandro Sanz sentó su culete a la vera de su amiguísimo Pablo Motos con el fin de parlotear sobre su nuevo disco, 'Correcaminos'. La entrevista del artista estuvo repleta de cuchillos voladores entre este y el de Requena, siempre entre bromas, que se originó por el asiento del segundo.
"Te has vuelto a poner la silla más alta que la del invitado", anunciaba el intérprete de 'Amiga mía'. "Me la ponen para que estén las piernas en ángulo recto", se excusaba el conductor del show de las hormigas, recibiendo este zasca de Sanz: "Te reto para que pongas la silla a la misma altura. No puede bajarla, la tiene ahí soldada".
El outfit que se agenció el friend de Shakira fue, cuenta menos, discretito (nótese la ironía). Una camisa de manga corta amarilla que, según Motos, ideal para "cazar todos los mosquitos que pueda" y una caballera rubia platino:
"No sabíamos si ponerte en la sala VIP jamón o alpiste", señalaba el presentador. Eso sí, el músico no dudó en ponerlo en su sitio: "Es que cuando me retire de la música ya tengo pensado lo que voy a hacer. Voy a presentar 'El Hormiguero' y me estoy poniendo el pelo naranjita poco a poco para llegar como al tuyo".
"Yo vengo a ver si puedo molestarte un poquito y a ver si hay un poco de ciencia", expresaba el cantante, enrabietando más, si cabe, al cabecilla del programa: "¿Quieres ver cómo suda un huevo?", le contestaba, entre risas.
Finalmente, Pablo dejaba constancia de la amistad que lo unía al músico con una despedida súper emotiva: "Siempre que vienes cuando me levanto por la mañana me pones una sonrisa en la cara porque pienso en lo bien que me lo voy a pasar. Y cada vez que vienes es mejor", zanjaba Motos, fundiéndose en un abrazo con Sanz.
Fotos | Antena 3
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