Anoche sentó su culete en 'El Hormiguero' el king de los chándal 'Quechua' Omar Montes. El intérprete de 'Alocao' visitó a Pablo Motos para promocionar su nuevo álbum de estudio, titulado 'Quejíos de un maleante', que verá la luz el próximo jueves 24 de noviembre y supone su primer curro con raíz flamenca:
"Lo de ser un maleante se lleva por dentro, no es como una chaqueta que te aburres de ella y te la quitas. Cuando eres un maleante, tienes que ir hasta el final", confesó el ex churri de Isa Pi sobre su reciente trabajo.
Y es que tal y como el presentador desveló, nuestro Omarcito ha sudado la gota gorda grabando su nueva cantinela: "No me da la mente para más. Como siga haciendo discos me quedo calvo. A lo mejor voy a las doce de la mañana y me tiro trabajando hasta las tres de la tarde. El trabajo me parte el día entero y si quiero ir a tomarme algo no puedo", relataba el artista, a puntito de pedir la baja laboral por estrés.
En uno de los hits de 'Quejíos de un maleante', 'El patio de la cárcel', Montes alquiló una cárcel de Miami durante unas horas para grabar el videoclip: "Tenía que estar preocupado de que no se me olvidara la letra cuando cantaba y de que no me mataran porque no veas qué caritas de buenos tenían", explicó el rey de los estampados horteras.
Dicha hazaña no le resultó nada baratita al muchacho ya que aflojó un verdadero pastizal: "Eran malos de verdad, estaban ahí por trapicheos y por todo (...). Abrí la riñonera Gucci que llevo yo, saqué el dinero que llevaba y se lo di. Él cogió el dinero y me dio permiso para grabar (...). Yo llevaba 130.000, 140.000 dólares", admitió el cantante, como quien lleva 5 o 10 lereles en la cartera: "Me estafaron, si lo sé doy la entrada para un piso en mi barrio y saco dinero", zanjó.
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