Señoras y señores, este es el bombazo del mes. Marta Riesco, ya puedes salir de tu casa, el foco ya no está sobre tu persona. Nacho Palau, ex churri de Miguel Bosé, ha decidido hablar largo y tendido sobre su relación con el cantante. Tras 25 años de "amistad especial", Palau y Bosé comenzaron una guerra judicial con cuatro menores como protagonistas, y hoy, el valenciano desvela todos los detalles del proceso.
Nacho Palau es un tío sencillo. Jamás pisó un plató de televisión para rajar sobre su ex y no fueron pocas las ofertas que tuvo sobre la mesa. Vivió a cuerpo de rey durante su relación con Bosé, y cuando aquello saltó por los aires, se instaló en Valencia junto a sus hijos, Ivo y Telmo. Diego y Tadeo, en cambio, residen con Bosé en México.
Hoy, la revista Diez Minutos desvela en exclusiva los detalles más impactantes de la relación entre Miguel y Nacho, una relación que "acabó como una historia de terror", según relata Palau. Al parecer, los últimos años de convivencia fueron un sufrimiento constante, tan terroríficos como aquellas 'covers' que Marta Riesco subía a YouTube esperando convertirse en la nueva vocalista de Amaral.
En sus declaraciones, Nacho confiesa que llegó a firmar papeles sin conocimiento de causa. Es decir, Bosé le decía "échate aquí una firmita", y Palau lo hacía sin pensarlo. Después llegó Paco con las rebajas, o mejor dicho, con las movidas judiciales. Al no haber contraído matrimonio y ni siquiera haberse registrado como pareja de hecho, Nacho se quedó con una mano delante y otra detrás cuando la relación terminó.
Además, el valenciano opina abiertamente sobre el negacinismo de Bosé: "Yo estoy vacunado y vacunaré a mis hijos, no sé que hará Miguel con Diego y Tadeo". Pues está clarinete, muchacho. Si no hay un juez que le obligue a hacerlo, todo a punta a que los hijos del cantante no pondrán sus bracitos a disposición de ninguna enfermera con aguja en mano.
Actualmente, los hijos de ambos están separados. Palau aseguró ante el juez que aquellos niños son hermanos, algo que solo sería valido legalmente si los hijos biológicos de uno pasasen a ser hijos legales del otro y viceversa. Bosé, por su parte, alegó que jamás quiso tener a los niños en común para que nadie se los pudiera quitar, tal y como publica Vanity Fair.
Aunque la situación es complicada, Palau no se plantea tirar la toalla: "Pienso luchar hasta el final. Llegará hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos si hace falta", asegura.
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