A Bertín Osborne se le ha metido algo en el ojo en la última entrega de 'Mi casa es la tuya' cuyo contenido se ha basado en vivir el increíble enchufe de la hija del presentador, Claudia, como copresentadora; el revival del mítico reconocimiento de la noche de pasión entre Bárbara Rey y Chelo García Cortés; y las confesiones más duras de la exvedette sobre los malos tratos que recibió por parte de Ángel Cristo en su pasado.
El cantante de rancheras y fucker number two de la España castiza (solo por detrás de Julio Iglesias) no se ha emocionado sólo por el rollo cortavenas de chiringuito chill out de las versiones acústicas que conforman la playlist de su programa, sino por la nostalgia que le ha entrado al acordarse de su exmujer Fabiola Martínez.
Cómo no, el recuerdo más feliz de Bertín Osborne junto a la madre de sus hijos más pequeños, está vinculado a la sobremesa con una copita de vino, la única invitada que no fallado en ninguno de los programas de 'Mi casa es la tuya', 'Tu casa es la mía' y las cuarenta versiones que ha tenido el espacio en sus diferentes cambios de cadena.
“De las cosas que más echo de menos en una relación, con Fabiola siempre lo decía, es que cuando empezábamos a salir nos metíamos en el campo, yo me sentaba, y tomábamos una copa”, ha comentado generando dudas sobre si Fabiola se quedaba de pie mirando o si ella también se sentaba y podía servirse otra copa de los carísimos vinos que figuran en la bodega infinita del Osborne.
Los inicios: con eso se queda Bertín de su matrimonio de 14 añacos: "ese es el momento más guay que yo recuerdo de una relación", le contaba a Bárbara Rey. Al principio, según Osborne, Fabiola y él charlaban, cocinaban, comían juntos... Vamos, que al final se ve que quedaban un día a la semana para coincidir sin pelearse: “Esos momentos eran mágicos y los echo mucho de menos”, ha garantizado el presentador sin poder contener la emoción.
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