Después de un buen finde de atiborrarse no hay nada que pueda joder más nuestro comienzo de dieta semanal del lunes que la emisión del programa que nos abre el apetito a altas horas de la madrugada, que es precisamente cuando más nos engordan las delicatesens envasadas que presiden nuestra despensa.
'Masterchef Celebrity 6' ha vuelto este lunes a nuestros televisores y solo debo decir una cosa... Hay un poco de cocina en este concierto de improvisación de tres horacas de Arkano en el prime time de TVE. Si queréis cogeros un buen cebollón, chupitazo cada vez que cante, hacedme caso.
Las celebrities han vuelto a las cocinas del 'Masterchef City' con el glamour de baja caída. Los jueces les han puesto el reto de cocinar un plato con un presupuesto de cinco pavos, vamos, lo que viene siendo el fondo común rutinario de cualquier casa rural universitaria: eso da para llenar neveras y neveras de cerveza de marca blanca por un tubo, fuet en cantidades industriales y bolsas de patatas para calmar el hambre "boquete" a altas horas de la madrugada.
Crónica de un despilfarro anunciado
Para ello, el programa ha recibido la visita de dos invitados de excepción: La Terremoto de Alcorcón, exconcursante de 'Masterchef Celebrity' y hater oficial de Celia Villalobos, y Fran, el finalista de 'Masterchef 9' que debe ser hermano pequeño de Almeida o el doble de acción de Austin Powers. "En mi casa mi mujer me da 300 euros para comer todo el mes, eso da a dos euros y pico por comida", ha fardado de ser 'Economista.es' el camarero animándose a cocinar en la prueba.
Como se veía venir que estos famosos no veían un billete de cinco desde que comenzaron sus carreras en el barrio de las Tres Mil Viviendas o San Vicente de la Barquera, el programa ha decidido sancionar con restando 15 minutos a todos los que se pasaran del presupuesto. Vamos, que por lo que cualquiera de las celebrities hubiera despedido a sus mánagers, a ellos solo les han sancionado con menos tiempo durante el cocinado.
Los únicos que han sabido ajustarse a los cinco pavos que los abuelillos Jordi, Samantha y Pepe han dado a sus nietecitos para comprar unas chuches en el super han sido el invitado Fran (4,95 euros); Victoria Abril (4,65 euros), que está acostumbrada a lo cher que es Francia; Yotuel (5 euros justos), que ha asegurado que aun recuerda lo duro que es vivir en Cuba y lo mucho que se puede estirar ese billetito por allá; Terelu (4,40 euros), que se ve que la niña le come poco; Iván Díaz (4,24 euros), de la cofradía del puño cerrado; y Julian Lantzi (4,90 euros), que se podía haber gastado diez centimazos en unas hojillas de laurel.
En cambio, las estrellitas que no han sabido bajar de la nube de la jet set han sido Carmina Barrios (9,20 euros), que se ha cogido un bol de almejas para darle de comer a todo un regimiento; Miki Nadal (5,51 euros); Juanma Castaño (5,50 euros); Verónica Forqué (6,75 euros), que por lo menos no ha perdido el pasaporte; Bustamante (5,50 euros), que dice que es de bajar a comprar el pan y gastarse 60 pavos; Vanesa Romero (7,75 euros); Samantha Hudson (5,72 euros), que dice que es de despilfarrar; Belén López (8,35 euros); Arkano (5,25 euros), además del euro más que le haría pagar por cada vez que nos rapea; y Eduardo Navarrete (5,90 euros).
Samantha Hudson, Miki Nadal, Yotuel, Vanesa Romero y Julian Iantzi han sido los peores cocinillas de la prueba, aunque ya han hecho más que la jueza Samantha, que no ha cocinado ni un día en las tropecientas temporadas de 'Masterchef' y sucedáneos en las que lleva como jueza.
En cambio, Victoria Abril, Verónica Forqué, Juanma Castaño y David Bustamante han sido los que más han destacado en esta prueba en homenaje al "pelao" medio español que va a los '100 Montaditos' los domingos de todo a un euro, va a la compra con cupones y pone lavadoras a las cuatro de la mañana para ahorrar luz. La pasta a la marinera de la reputada actriz negacionista ha sido el plato mejor valorado y el risoto de Madame Medusa (la Forqué) el segundo en el ranking elaborado por los jueces.
Verónica y Victoria, capitanas en la prueba de exteriores
Tras un nada necesario espectáculo de Bustamante cantándole 'Superman' a Jordi y el centésimo noveno rap de Arkano; que se ha hecho un Chelo García Cortés reconociendo que está en búsqueda activa del amor sin importar el sexo porque ha probado el bacalao tostado con hombres, mujeres y viceversa; Victoria Abril ha tenido el privilegio de elegir a su equipo de la prueba de exteriores (en Aranjuez) al completo y del tirón mientras que Verónica Forqué se ha ganado el poder de elegir los platos a cocinar.
Tal y como narra el evangelio según San Eduardo Navarrete, Victoria 'Cerral' ha elegido su equipo en función del buenorrismo y lo apañaos que son sus compis en las cocinas. La actriz ha elegido a David Bustamante, Julian Iantzi, Juanma Castaño, Yotuel, Terelu Campos, Carmina Barrios y Belén López (aka los fuertes) para mangonearlos en las cocinas de Aranjuez.
Contando con dos manos más, al team de "la Victoria" le ha tocado cocinar el entrante; una ensalada de lengua estofada con mostaza, hierbas y pipas de calabaza (por favor, que miren que no esté dentro Cenicienta); y el segundo plato, un faisán con tosta de su paté (que no el de nadie más, el suyo) y albaricoques al vino tinto (gran canción de Estopa). Todo facilito, nivel cucurucho 'Heladera Famoplay' como podéis comprobar.
El percal que se le ha quedado a Verónica Forqué es el equipo formado por Iván Díaz, Arkano (que debería haber ido al programa de Juan y Medio en vez de a 'Masterchef Celebrity', tanto buscar pareja), Vanesa Romero, Miki Nadal, Samantha Hudson y Eduardo Navarrete.
Bajo el yugo de la dictadora-capitana del opio, que ha sacado la peor versión de sí misma (la de la bruja de 'Merlín el encantador') el equipo rojo ha tenido que cocinar el primer plato, un mero asado con espárragos trigueros de Aranjuez y holandesa ahumada y el postre, unas fresas de la tierra con natas al más puro estilo 'Masterchef', vamos, complicándose la vida a base de bizcochos y aires pitiminís.
Eduardo Navarrete y Victoria Abril, delantales negros prematuros
A los jueces les ha servido el referente histórico del motín de Aranjuez para dar rienda suelta al cabronismo que les caracteriza mandando al pelotón a los dos concursantes más bidés (que no sirven para nada) de los respectivos equipos que se estaban disputando el codiciado balcón de la relajación en la prueba de eliminación. Ambas capitanas han tenido que elegir a un compañero/a para que vistiera el delantal negro incluso antes de que los cien comensales cantantes (entre ellos Ana Guerra y Abraham Mateo) probaran ni siquiera el menú preparado.
La peor versión de Verónica Forqué, que parecía una tirana de manual que se había tragado al Demonio de Tazmania, cuatro litros de Redbull y que le había poseído la madre de Aída Nizar con voz de Manolo, ha condenado al más absoluto silencio a Eduardo Navarrete, componente que ha mandado al banquillo en el ratito de histeria que le ha quedado libre en su loca agenda entre manotazo y contestación al resto de los subyugados a su dictadura roja.
En cambio Victoria Abril, que parecía más altanera, presiosa y orgullosa (como diría Ana War, que después de probar los platos de las celebrities habrá tenido que pedirse un McAitana del hambre con el que se habrá quedado), ha demostrado que podría protagonizar un biopic de los 'Osos Amorosos' si se lo propusiese. La intérprete ha sido tan generosa que ha decidido inmolarse ella misma para evitar que ninguno de los famosos que ha elegido a dedo se la jugara en la prueba de eliminación.
La tiranía de Verónica Forqué y la capitanía ejemplar de la Abril han llevado al equipo azul hasta 'la Victoria' y al equipo rojo hasta el más estrepitoso desastre. De hecho, ha sido la examiga de Pedro Almodóvar la más destacada de la prueba por parte del jurado por desempeñar su función de capitana alcanzando la excelencia. A pesar de haberse ganado con creces poder donar los 4.000 euros a su ONG de cabecera, lamentablemente la actriz no ha podido despojarse de ese delantal negro que le han adjudicado by the face.
Emo sido engañados con el delantal negro de Victoria
El heroico gesto de Victoria Abril de salvar a su grupo de la eliminación ha sido completamente interruptus, como la carrera televisiva de Ylenia Padilla. El equipo que ella misma llevó a lo más alto (literalmente, a la terracita de la parte de arriba del plató) la ha salvado de la prueba de expulsión. Y lo mejor no ha sido garantizarse una semana más en el talent culinario, sino que el armario empotrado con piernas sandungueras y ritmo latino llamado Yotuel la ha cogido en volandas.
La diva hispano-franchute ha tenido la oportunidad de salvar a otro de los componentes del equipo rojo que lucía el delantal negro que, por mucho que estilice el figurín, es una putada llevar. Abril ha decidido asegurar la continuidad de Vanesa Romero una vez más en el programa alegando que la ve "la más flojita" de la edición, librándola de cocinar un superplato elaborado por los tres últimos ganadores de 'Masterchef': Aleix, Ana Iglesias y Arnau.
Por primera vez en la historia del concurso de cocina, los aspirantes a la eliminación (Samantha Hudson, Miki Nadal, Eduardo Navarrete, Iván Díaz, Verónica Forqué y Arkano) han tenido la oportunidad de usar sus propios teléfonos móviles para seguir la receta a elaborar en 45 minutos a través de un código QR, la nueva perdición de los que se creen del intelecto tecnológico del amigo informático de Kim Possible.
Los mejores aspirantes en cocinar la royal de liebre con trufa que han elaborado los tres exvencedores alardeando de postureo cocinitas para esta prueba de eliminación (cuando el auténtico Royal es el de las gelatinas) han sido Miki Nadal, que por fin demuestra que ha estado en clases con Dabiz Muñoz como si fuera su cuadernillo Rubio culinario; y Verónica Forqué, que lo ha bordado con las nuevas tecnologías a pesar de haber reconocido no ver tres en un pijo cada vez que escanea los códigos QR de las cartas de los restaurantes (me representa).
Arkano e Iván Díaz también han sacado dos platos decentes, nada que ver con los de "las rubias" Eduardo Navarrete y Samantha Hudson, las autoproclamadas Lina Morgan y Gracita Morales de la edición. Finalmente, a la icono LGTBI+ los jueces le han dejado ser catastrofista convirtiéndola en la segunda expulsada de 'Masterchef Celebrity 6':
"Cocinera no sé, pero majísima y estupenda sí que soy", decía demostrando tener mucho sentido del humor la influencer al conocer el veredicto final de los chefs.
Samantha, un no parar de filosofar incluso a puntito de marchar
La cabeza de Samantha estaba más vacía de conocimientos que la agenda laboral de Fernando Esteso en estos momentos, las cosas como son. Ella misma ha reconocido que ha sido un cuadro picassiano entre tanto intento de cocinillas, pero eso no ha quitado que la performer haya vivido una gran experiencia en las cocinas de 'Masterchef': "Hija, me ha podido la situación. Venía dispuesta a hacerlo muy mal", comenzaba diciendo esta gran filósofa del siglo XXI y máxima exponente de la nueva corriente llamada 'Mediocrismo, ¿y qué?'.
"Es más duro de lo que me lo imaginaba. Yo lo veía y pensaba 'madre mía esta sinvergüenza cómo se le olvida poner la olla express' y claro, ahora llego aquí y no sé ni hacer un apio... Madre mía, la gente que dedica muchísimo tiempo en estudiar y aún así suspende, qué horror. Lo que pasa que yo no me he esforzado ni en estudiar", ha continuado demostrando tener más morro que la liebre que le han mandado a cocinar que, en su caso, más que Royal ha sido (Luis) Rollán.
Los jueces se han empeñado en afear la actitud "catastrofista" de Samantha, un papel en el que ella se siente como pez en el agua: "Soy objetiva, sé que soy una catástrofe, pero por lo menos llevo un buen tinte. Yo no quiero tener talento ni nada, quiero ser mediocre, creo que no es mucho pedir", ha concluido la cantante su entrevista con Pepe antes de recibir un azote en el culo por parte del cocinero (literal) y llevarse el carrito lleno de electrodomésticos y una pamela de señora burguesa para su casa.
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