Marina Yers enseña las bragas y asegura que Mario Casas le tiró los trastos: Así ha sido el estreno de 'Sobreviviré: After Show', el nuevo late night de MitelePlus

A eso de las 1:35 horas ha comenzado la versión 'OnlyFans' y a puerta cerrada (que entra frío o, peor, pelaos) del ya mítico y estrellado 'Animales Nocturnos' de Cristina Tárrega con el que probaron suerte el verano pasado para el late night de Telecinco. Un late night que nos vendían desde MitelePlus como "la invasión de los streamers a la televisión" para hacerse los molongos pero... ¿Cómo ha llegado en realidad a casa este pedido que hizo Paolo Vasile por AliExpress para su canal privado?

Aunque en resumidas cuentas ha sido tan caótico (normal en cualquier estreno) como golfillo, hay que reconocer que este espacio alternativo es propio para echarse unas risas mientras que pones una lavadora a eso de las dos de la mañana si no eres de los que madruga y centrifuga.

Pero eso que decían en las promos de "abordar temas de actualidad" se ha quedado en una intención, porque no creo que hablar de la sequía vaginal, el convento de clausura de Anabel Pantoja desde que su novio 'El Negro' está en Honduras (2 meses sin enchufar la calefacción corporal), se pueda considerar un hecho noticiable muy candente (ni siquiera caliente, que la pobre está más fría que un Calippo de fresa).

Y ya es mucho más de lo que me esperaba cuando me he visto sentadas en el cuarto de la escoba del plató de 'Supervivientes' a la señora Pilar Yuste recién salida de una batalla de gallos (o disfrazada de Ortega Cani en 'Mira Quién Baila'), a Marina Yers abuelizada con un vestido de lunares, a un dicharachero copresentador (Iban García) con vibes de 'Cazamariposas', a Alexia Rivas levantándose cada dos por tres para grabar con el móvil y a un tal 'La Cuchillos'. Por no hablar del youtuber Jorge Cyrus, que ha hecho una conexión Skype con el Wi-Fi del vecino desde su casa: no se ha entendido un carajo nada de lo que ha intentado contar en el programa...

Sí, sé lo que estáis pensando: tremenda reunión de sofistas telecinqueros, la escuela de Atenas (pero no 3) telecinquera, el big five del neointelectualismo del salseo...

Nagore Robles ejerciendo su papel de presentadora (sin papeles) ha estado sensacional: tranquila, espontánea, rápida, ácida... ¡Incluso ha enterrado varias veces a Pilar Yuste, a la que le ha tenido que explicar cuatro veces lo que era un 'folou' en Instagram y un 'satisfayer'! "Yo te entierro, perdón, te entiendo", le ha llegado a decir Nagore en un renuncio de su consciencia. Se notan las referencias periodísticas, Lydia Lozano (que informó de la falsa muerte de Manzanares la primera).

Ojo que Nagore ha logrado en el primer programa que la 'Paquita Salas' de los tróspidos telecinqueros, la Bim Bam Bum del trap, la dominatrix de las corraletas de la ruta del bacalao, doña Pilar Yuste, haga twerking en directo con Marina Yers como coach.

Marina Yers como colaboradora se ha pasado todo por el papo... ¡Literalmente! Bajo ese vestido de gasa de señora de pueblo que baja a la plaza del pueblo a pasar la tarde a la fresca jugando a las cartas con las amigas, la influencer negacionista (y autoproclamada sadomasoquista) ha enseñado las bragas sin reparo. ¡Pero es que también ha contado que Mario Casas le pidió bacalao tostado con la mirada una vez que se cruzó con ella! Muy fuerte todo.

En definitiva, ha sido un programa que ha cumplido bien su función sin ir de nada en concreto (de la vida sentimental de Marina Yers en todo caso, que ha llegado a enseñar la foto de su ex egiptobritánico más buenorro) y que ha recordado (salvando las distancias) a esos 'Twitch' de los que todo el mundo habla (confieso que yo al principio pensaba que era una nueva Nintendo).

De hecho, no creo que Nagore Robles y su troupe no procurasen ir más allá de entretenernos sin temas tabús y con mucho petardeo del bueno haciéndonos pasar el rato de tal modo que, al mirar la hora, no diésemos crédito de que estuviéramos viendo tal petardada hasta las tres y pico de la mañana. Y lo han conseguido tanto como un espectro y margen de mejora amplísimo, pero eso es siempre buena señal porque implica que habrá recorrido. ¡Larga vida a esta mamarravillachada de programa!

Vía | MitelePlus