La Campos ha perdido gran parte de sus capacidades. A sus 82 años, sufre un deterioro acelerado. Ya no sale, no pasea, no queda con amigas y tampoco les coge el teléfono. A María Teresa le cuesta escuchar, hablar y, en definitiva, comunicarse. Tal y como dijo su hija, Carmen Borrego, llegará un día en que ni siquiera conozca a su propia familia.
El deterioro de la matriarca es preocupante. Desde que salió de la tele, todo ha ido de mal en peor en su salud. En cuestión de dos años, Teresa se ha hundido y su cuerpo parece haber tirado la toalla. La tristeza ha vencido y ahora su estado de salud es muy débil.
Vive con un par de cuidadoras y recibe a diario la visita de su chófer, Gustavo. Sus hijas, muy pendientes de cada día que pasa, también pasan por el piso de Teresa a menudo. Un piso que, según Informalia, la periodista ocupará durante todo el verano. No tiene fuerzas para irse de vacaciones ni para viajar hasta su casa de verano en Málaga.
Así lo han decidido sus hijas: lo mejor es dejar a mamá en su pisito de la capital. Cualquier esfuerzo puede ser determinante y el deterioro de María Teresa es cada día mas serio. Ni siquiera sus amigos tienen permitidas ya las visitas. Terelu y Carmen creen que el estado de la mujer que les dio la vida ya ha llegado a un límite.
Fotos: Gtre
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