La relación entre Onieva y la Marquesa de Griñón erá definitivamente rota. No hay vuelta atrás. Aquella pareja aparentemente idílica, ambos guapos y adinerados, ya no existe. Tamara Falcó ha dejado clarinete que no quiere ver a Íñigo ni en pintura, y la madre de este, destrozada desde que saliese a la luz el vídeo de su retoño morreándose con otra, no ha podido evitar el llanto.
La Falcó está convencida: Íñigo es pasado y así lo será durante el resto de sus días. La reconciliación es inviable aunque él todavía crea lo contrario. Ayer, durante su intervenci´ón en 'El Hormiguero', 'Tami' volvió a repetir lo que ya dijo ante la prensa un par de días antes: no perdonará unos cuernos.
Íñigo está destrozado al observar que la que fuera su churri ha conseguido recomponerse en cuestión de horas, y Carolina Molas, madre del infiel, se encuentra superada por la situación. Su pequeño del alma está en el ojo del huracán tras haber engañado a una de las 'celebrities' más importantes del país, y como cualquier mami en su situación, está desesperada.
Ya aseguró estar "muy triste" en un ocasión, pero ahora lo hemos confirmado. Varios reporteros la pillaron saliendo del centro deportivo en el que acude a diario para tonificarse, le preguntaron por su niño y ella rompió a llorar. No dijo ni mú, pero sus lágrimas lo decían todo. Tal y como publica La Razón, la madre de Onieva se rompió ante la prensa y evitó hacer cualquier declaración.
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