Lydia Lozano traiciona al reportero de 'Sálvame', Omar Suárez, por defender a su club de fans: "La he cagado con él, no lo debería haber contado"

Si sumas las ganas que tienen todos los de 'Sálvame' de llevarse un berrinche para irse antes a casa con una salida épica del plató con cigarrito en mano, que ahora todos los famosos jovencitos se llaman Omar (Suárez, Montes, El Negro...) y una cuenta de Twitter "oficial" de Lydia Lozano llevada por fans que insultan a diestro y siniestro a los colaboradores además de subir una foto diaria del modelito de su mentora a las redes sociales, sale como resultado este cóctel molotov de suceso.

El cajón de planes 'B' de 'Sálvame' para cubrir espacios muertos del programa, cuando la Pantoja está más parada que la vacunación en España y ya se han analizado minuto por minuto todas las intervenciones de Rocío Carrasco, está lleno de trapitos sucios (aunque monísimos de la muerte, perfectos para combinar con cardado rubio o peluca) de Lydia Lozano.

La última ha sido sacar a relucir la cuenta de Twitter @LydiaLozanoOficial, un grupo de fans organizados y autorizados por la auténtica Lydia que practican el 'hate' sin ningún tipo de pudor contra todos los colaboradores de 'Sálvame' que no apoyen a su chamana, a su lideresa (la vida no está hecha para contar calorías), a su Diosa con lacrimal flojo.

Los Kikos, JorgeJa, un experto en redes y Valldeperas (vaya, todo Cristo del programa donde trabaja) le han afeado que respalde una cuenta de Twitter que, teóricamente, no maneja ella y donde los insultos son muy recurrentes. "Si está la palabra 'oficial', significa que hay una autorización previa de Lydia", garantizaba José Noblejas, el otro profesional de las redes que existe además de Spiderman.

La cagada de Lydia Lozano con Omar Suárez

David Valldeperas aseguraba vía pinganillo que Lydia ha perdido muchos amigos por culpa de esa cuenta de Twitter, concretamente a uno del equipo del programa donde trabajan. La madre del chuminerismo se ha quedado anonadada, patidifusa, turuleta al comprobar que la majadería del programa podría seguir hasta límites insospechados de su intimidad.

Tras garantizar que nunca ha priorizado a sus fans frente a sus amigos, Lydia ha sido pillada escribiendo en un folio un lapidario "qué mentirosos", refiriéndose a la organización del programa: "Quiero que me digáis con quién me he peleado yo por esta cuenta", pedía completamente arrinconada por la escaleta del 'Sálvame' del 27 de abril.

La caligrafía Lozano

JorgeJa le ha dado como pista que la persona, a la que Valldeperas se refería, fue a su boda con Charly. Fue entonces cuando, con muy poca fortuna, la colaboradora empezó a hacer cabos erróneamente señalando al reportero Omar Suárez. Ha tenido el efecto 'Lydia Troyano' contra su examigo el reportero dicharachero:

"No volvería a invitarlo a mi boda, de hecho, a mis últimas fiestas ya no ha venido, pero sigue siendo mi amigo y sigue teniendo relación con mis amigos", comentaba la Lozana olvidando que el corresponsal del salseo en la calle pasa de ser un personaje.

Sin ser consciente aún del jardín donde se estaba metiendo, Lydia ha continuado arramplando con su relación con Omar: “Es increíble. Primero, que saquéis este tema. Segundo, a no ser que lo haya contado él, nadie se ha enterado de esto. Y solamente una persona me vio discutiendo ahí, dando yo unos gritos como en mi vida…”, declaraba echándole el muerto a su compañero antes de confirmar (una praxis habitual en ella) si realmente se trataba de él.

Según Lydia, el origen del conflicto no es otro que haberle negado una entrevista a Omar para la revista 'Lecturas', donde ejerce como pluriempleado el reportero. Algo que sentó muy mal a Suárez, pero que Lozano quiso arreglar concediéndole una portada durante la cuarentena: "Nuestra relación ya no es la misma, pero seguimos siendo amigos", relataba.

Omar no da crédito y Lydia abandona el plató llorando

Omar se encontraba en Barcelona cubriendo una información de Antonia Dell'Atte. Al ser consciente de que Lydia Lozano lo había puesto en la palestra de los contenidos ruineros del programa para el que trabaja, el periodista ha reaccionado como si su compañera le acabara de clavar tres puñales (uno de limón, uno de naranja y otro de tomate) por la espalda:

“¿Pero cómo ha surgido esto? Me alucina porque yo jamás he contado nada de ningún compañero. Que alguien me explique por qué Lydia me mete”, comentaba argumentando cuál fue el origen de su distanciamiento con la colaboradora, coincidiendo en gran parte de lo contado por ella.

Minutos después y tras la confirmación de Valldeperas de que Omar no era el compañero al que se refería como aquel que ha perdido la amistad con ella por su club de fans, Lydia ha abandonado el plató en su modo más habitual: llorando como una magdalena (bueno, como una muffin, teniendo en cuenta lo colorida y maqueada que va siempre).

"Jamás he vendido a ninguno de mis compañeros, ni si quiera he contado a nadie este distanciamiento con Lydia", negaba Omar antes de que ' Lydia Troyano' se fuera desconsolada al exterior de los estudios de Telecinco para llorar, a pique de quemarse un dedo con el cigarro que trataba de ocultar y mientras que Kiko Matamoros aprovechaba para echarse un pitillo con la excusa de acompañarla en el sentimiento.

La que ya no puede mover el esqueleto como le gustaría por su operación de cervicales ha lamentado haberse ido de la lengua revelando el nombre del reportero como el de la persona que ha ido contando su rifirrafe con ella: "¡La he cagado con Omar! ¡No lo tenía que haber contado! Estoy enfadada conmigo misma, yo a Omar lo quiero mucho", zanjaba antes de volver a plató con el cigarro medio a fumar por el mal rato que se ha llevado.

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