Está más que claro que Lady Gaga ha sido la artista del año, para la cantante casi todo han sido buenas nuevas. La estrella mejor pagada del año, con 90 millones de dólares de ganancias, la artista más en boca de todos, no había día que no fuera noticia por alguna de sus excentricidades, por sus modelitos o por sus declaraciones, con esa boquita de piñón tan prodigiosa que tiene, experta en dar titulares como panes de hogaza.
En el amor tampoco le ha dio nada mal, ha encontrado su media naranja, y encima en el curro mientras rodaba su videoclip 'Yoü and I'. Un chulazo de muy ver que responde al nombre de Taylor Kinney, y con el que hace muy buena pareja.
Por si todo esto fuera poco el día de Nochevieja, acompañada del alcalde de NY city, quien también ejerció de maestro de ceremonias, Mayor Bloomberg - con un modelito muy patriótico, eso fatal que estas cosas se hacen con esmoquin y a poder ser con capa como hacía nuestro Ramón García, Ramonchu para los amigos - fueron los encargados de apretar el botón para el tradicional 'ball drop', la caída de la bola que sería nuestro equivalente a la bajada del carillón. Eso sí ellos de uvas nada, una cuenta atrás y listo.
Lady Gaga esa Anne Igartiburu de las américas no lo haría mal del todo ya que lo petó en las audiencias y el público de Times Square no cesaba de vitorearle, igualito que a nuestra Anne. Ahora una cosa os digo Anne nunca se hubiera puesto un modelito de esa guisa, ni muerta, la máscara a cuento de qué, que era fin de año no Carnavales.
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