Kiko Rivera entra en Sálvame para declararle la guerra a la Pantoja: "que mi madre dé la cara porque no tiene perdón de Dios"

Kiko Rivera ha entrado esta tarde en 'Sálvame' para aclarar algunas de las polémicas que le rodean, hablar de todo el revuelo que se ha formado desde que se sentó en 'Sábado Deluxe' para contar lo mucho que le está invadiendo la tristeza, ha dilucidado sobre la crisis económica que les rodea a todo el clan y... ¡Le ha plantado cara a la gran Isabel Pantoja! De este modo, el DJ y cantante ha asegurado que está harto de plantearle a su madre la venta de Cantora: "de los recuerdos no se puede vivir".

"Yo jamás me he sentado a hablar de mi madre, no necesito hablar de mi madre. Necesito a mi madre y mi madre no está. El personaje de Isabel Pantoja siempre es más", ha sentenciado Kiko asegurando que le sentó fatal "la regañina absurda" que le echó en directo Isabel Pantoja (el personaje, la folclórica, pero no su progenitora).

El pequeño del alma ha querido dejar claro que "no está triste por el dinero", sino porque necesita cariño, concretamente el de su madre. Algo que no ha recibido, sino todo lo contrario. Rivera ha garantizado que su madre lo está desacreditando, pero no públicamente, sino a través de personas de confianza a las que le está contando las cosas distorsionando la realidad.

"No puedo consentir que se me deje a mí malamente (...) No lo está haciendo públicamente, eso es lo jodido. Lo está haciendo a las espaldas hablando con gente diferentes cosas dichas a su manera", ha dicho Kiko mientras empezaba a quebrársele la voz, comenzando la batalla pública madre e hijo que se nos avecina: al cantante le va a costar llegar al panto perdón con la madre del alma con piel de canela. ¿Pero no era su vida él?

La pareja formada por Irene Rosales y el Pequeño del alma se encuentra confinada desde el positivo de la mujer de Kiko, y el hijo de la Pantoja y el torero ha asegurado que están sufriendo mucho. "Estoy triste (...) vivimos a hora y media y mi madre no ha venido a verme", ha dicho en relación a la promesa pública que hizo su madre de cuidarle antes del diagnóstico de su mujer.

Kiko ha querido también disipar los rumores que apuntaban a que su madre lo estaba manteniendo ahora que está perdiendo grandes sumas de dinero porque sus ingresos se basaban, prácticamente, en los bolos.

"Se ha hablado de un piso de Madrid, que es mi piso de Madrid por el cual yo llamo a mi madre y le digo 'mamá, tengo un comprador para el piso, lo voy a vender. Lo que pasa es que no me da el dinero por el que yo lo pagué. Voy a perder dinero, pero con lo que me da me quito las letras del piso y una cosa menos' ¿vale?", ha contado con sinceridad Kiko Rivera.

Según cuenta, Isabel Pantoja se negó a que lo vendiera porque quería que fuera suyo, por eso se comprometió a pagarle la letra de dicha vivienda a su hijo "y así es como si lo tuviera alquilado". Kiko, que nunca se ha caracterizado por ser tonto (en cuanto a poco avispado se refiere), acepta. "¿Y ahora me dice mi madre que me está pagando el piso? ¡¿De verdad?!" ha dicho exclamando muy cabreado Paquirrín.

"Lo tengo que decir, es que pensáis que yo soy gilipollas (...) y como esta hay tropecientas mil", ha asegurado Kiko poniéndose como un energúmeno y montando un pollo a la Pantoja con todas las letras.

"Que mi madre se espabile un poco. Y si me tiene que decir algo que venga aquí y me lo diga a la cara o que lo diga públicamente para que yo me pueda defender, porque hablar así de un hijo no tiene perdón de Dios", han sido las palabras del hermano mayor y referente musical de Isa P en una tarde que pasará a la historia televisiva como aquella en la que el hijo de la Pantoja le declaró la guerra y dijo que Cantora es un cementerio.