Aún no estamos recuperados de la deshidratación del capítulo final de 'Veneno' (porque menuda llorera, más quisiera el caudal del Manzanares tanto líquido), cuando Javier Ambrossi y Javier Calvo ya han anunciado que habrá segunda temporada. Porque, tal y como anunciaron en las noticias de Antena 3 y recoge Espinof, una temporada "se nos ha quedado corta".
El punto de partida de la serie es el libro '¡Digo! Ni puta, ni santa. Las memorias de la Veneno', escrito por Valeria Vegas, a quien da vida en la ficción la actriz Lola Rodríguez.
Pero, ¿qué hay que saber de Cristina Ortiz, La Veneno, para hacernos un mapa mental de su vida? Pues comencemos por donde comienza todo: nació en el año 1964 en Adra, un pueblo de costa en Almería.
Nació con el nombre de José Antonio Ortiz Rodríguez, y en el 1991 decidió cambiar el rumbo para marcharse a Madrid para, un año después, empezar su proceso de transición de género. Allí comenzó a trabajar como prostituta en el Parque del Oeste.
Aunque el gran momento que cambiaría por siempre su vida sería cuando Pepe Navarro decidió apostar por ella en su programa 'Esta noche cruzamos el Mississippi' en 1996.
La Veneno y su paso por prisión
Uno de los momentos más oscuros en la biografía de Cristina Ortiz se ve entre los años 2003 y 2006, cuando permanece en prisión, donde la obligan a ingresar en un módulo masculino.
La revista '¡Qué me dices!' la entrevistó en exclusiva tras su salida, cuando La Veneno explicó que "no me han dado ni un permiso. Ni tan siquiera me han dejado hablar con mi familia. Cuatro jefes de servicio me ataron con esposas a una cama y me pegaron una paliza".
La Veneno cambió muchísimo física y mentalmente debido a que en la cárcel ella dijo ser abusada sexualmente por los funcionarios de la misma pic.twitter.com/gzeBLs4cje
— Gontes (@XGontes) July 18, 2020
Unos años que, para ella, se convirtieron en un calvario: "Algunos funcionarios de la prisión me abrían a las dos de la madrugada las puertas de la celda. Me hacían cosas que no puedo contar aquí. Me encerraban sola en una celda de dos metros por otros dos".
¿El motivo por el que ingresó en prisión? Su ex pareja, Andrea Petruzzelli, la denunció por intentar estafar al seguro y prenderle fuego a su vivienda. Su imagen, después de esos tres años, era irreconocible y llegó a pesar 122 kilos, "porque tomaba 60 pastillas diarias para los nervios".
Su muerte, aún un misterio
Mucho se ha hablado sobre su muerte y aún siguen quedando algunos lazos sueltos. El 9 de noviembre de 2016 se comunicaba su fallecimiento después de 4 días en coma, tras sufrir un traumatismo craneoencefálico. Se barajó la posibilidad de suicidio, pues en su casa se encontraron alcohol y ansiolíticos en grandes cantidades, pero finalmente, y según la autopsia, se trató de una caída en el baño.
Solo un mes antes habían salido sus memorias a la venta. El 14 de octubre afirmó en 'Sálvame Deluxe' que había recibido amenazas de muerte tras la publicación.
Tal y como recoge el periódico 'La Razón', Cristina afirmó: "Tengo mucho miedo, porque me han amenazado de muerte si hablo más de la cuenta sobre los hombres poderosos que se acostaron conmigo. Hay mucho vicioso por ahí, casado, con hijos y con un alto cargo empresarial o ministerial... Uno en concreto me dijo que me cortarían la cabeza unos matones si hablaba de él en mi libro de memorias".
El día 11 de noviembre, 6 días después del accidente, tenía programado un polígrafo en el 'Deluxe' en el que podría haber desvelado información de suma importancia. Pero nunca llegaría a contarla.
Las hipótesis de su muerte
Su entierro fue paralizado por una orden judicial para poder realizar una segunda autopsia, que confirmó que la causa de la muerte fue accidental.
La mitad de sus cenizas fueron esparcidas por el Parque del Oeste, como ella misma quiso, mientras que la otra mitad fue llevada a su pueblo, Adra.
La familia aseguraba que la muerte no había sido accidental, sino que se trataba de un "ajuste de cuentas", así que intentaron volver a reabrir el caso porque habría demasiadas lagunas en la versión oficial.
Por aquel entonces, las peleas con su pareja, Bogdan, eran muy recurrentes y los vecinos estaban acostumbrados a oír golpes y gritos.
A pesar de que en la autopsia se concluye que no hay lesiones por lucha o defensa, Óscar Tarruella explicaba a 'La Vanguardia': "Por las lesiones en el cuerpo de Cristina, resulta evidente que trató de defenderse y que no era la primera vez que recibía golpes. Hay que estar muy ciego para no verlo ni que la etiología de su muerte fue criminal. Sufría violencia continuada. Es prácticamente imposible que el traumatismo en la cabeza fuese por una caída accidental".
Tarruella, criminólogo durante más de diez años para los Mossos d'Esquadra, estudió a fondo el caso de La Veneno. Dos años después de su muerte, en 2018, llegan los resultados de la prueba de ADN: "La jueza archivó la investigación basándose en el informe de un forense que no vio lesiones en el cuerpo de la víctima y no esperó resultados del auto de la Policía Científica. En él figura que la sangre hallada en su casa era de Cristina y de otra persona".
Luis Frontela, el encargado de la investigación del 'Caso Alcasser', elaboró un informe sobre las irregularidades en la investigación que la familia presentó para reabrir el caso. La familia explicó: "El informe es lo suficientemente sesudo para poder considerar la teoría del asesinato. Y así lo esperamos". Pero fue rechazado.
La Veneno fue un juguete roto de la televisión y la sociedad. Una figura de aspecto frívolo tras la que se escondía Cristina, la persona, la humana, la que buscaba el amor y la aprobación de los demás. La que nos enseñó a ser más libres y nos abrió camino. La eterna.
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