Mírala qué modosita está January Jones en su papel de Betty Draper en Mad Men, con ese peinado intacto escena tras escena y esa belleza glacial nórdica que hace que te deprimas cada vez que la ves brillar impertérrita. Aunque no sé vosotros, yo de la serie me quedo con la diosa de Christina Hendricks, que parece que se la acaban de traer de 1954 en una máquina del tiempo.
Pero metiéndonos en harina, que os despistáis y luego no hay quien os meta en vereda, January Jones no es lo que parece. O más bien, es justo lo que parece en la serie. Un pedazo de ogro rancio a más no poder. Algo así ha dicho el peque que hace de su hijo en la serie. Según las sabias palabras de este atrevido jovenzuelo de once años:
Ten cuidado cerca de January Jones.
Ésta no te va a tirar una patata sin más, no. Este consejo le da al actor que le vaya a reemplazar la siguiente temporada haciendo del hijo en cuestión. Dice que todos los demás son más majos que las pesetas, pero que su madre de ficción no es demasiado amigable y no se arrima de buen rollo a los demás. Vamos, que tiene pinta de ser más divina que el santoral.
Vía | US Magazine Foto | January Jones Fan