Sandra Barneda ha cambiado esta semana la Palapa del drama de República Dominicana donde se han derramado lágrimas, sangre, cuernos, mechones de pelos de los cara a cara entre tentadores y parejas e incluso ríos de rímel por el Airbnb de súper lujo en el que se celebra anualmente el rito casi satánico del reencuentro de los concursantes seis meses después de sus hogueras finales. Tras Nico y Gal·la, les ha llegado el turno a Rosario y Álvaro.
Aunque quizás una de las preguntas más clave de este encuentro sea que cómo es posible que Álvaro esté más moreno a un grado en Madrid que cuando estaba en República Dominicana todo el día de fiesta y en la piscinita, las otras cuestiones que nos hacemos son vinculadas al presente amoroso de Rosario y el frutero, ¿siguieron conociendo a Suso y a Sabela?
Qué pasó con Suso y Rosario
El reencuentro entre Rosario y el tentador canario que tuvo que indemnizarle con un tratamiento en GAES de lo mucho que le comió la oreja ha debido de ser tan soporífero que lo han emplazado para el debate final de 'La Isla de las Tentaciones'. Eso sí, la de Elche ha explicado que su historia con Suso no llegó a muy buen puerto dada su situación personal:
"Yo intento tener una historia con Suso, él viene a verme, pero hubo un momento en el que yo me agobié mucho y se desmoronó todo. Él me hablaba de venirse a vivir a Elche y me di cuenta que él estaba en un punto en el que yo no podía estar", ha comenzado explicando la que decidió picar entre horas un 'Don Simone' cuando estaba conociéndolo.
Rosario ha explicado que fue en ese momento cuando Álvaro volvió a escribirle para volver a verse: "Lo que me pasa con él es que lo odio y es que también lo quiero. ¡Me gustaría tanto odiarle! Es que me he llegado a dar cuenta de que Álvaro es el amor de mi vida", ha confesado soltando alguna que otra lagrimita mientras que el frutero flipaba en colores por ver esta faceta de su ex tan conciliadora.
"Ojalá, de verdad, yo hubiera podido saber querer a Álvaro y él a mí, pero es que no sabemos querernos. ¡Me da una rabia!", repetía entre lágrimas justo antes de que Álvaro hiciera su entrada triunfal en la casa que ha okupado el equipo de 'La Isla de los Guarrindongones' en España.
Álvaro se ha hecho el máster de principeso 'Romeo' tras el reality y se lo ha currado lo más grande para intentar volver con Rosario: "¡No puedo tenerla delante y verla así, para mí ella es la mujer de mi vida! Tantas cosas malas que han pasado, pero sigo viéndote con los mismos ojos con los que te veía cuando te conocí", expresaba él a modo de saludo pasteloso rompiéndose a llorar como siempre.
El affaire de Álvaro y Rosario al volver a España
Efectivamente, como se veía venir desde el minuto uno, Álvaro y Rosario volvieron a caer en la tentación entre ellos. Los amantes de Teruel y París le dieron al bacalao tostado durante una noche en Madrid, lo cual parece apuntar que fue pocos días después de aterrizar del reality.
"Cuando llegamos a Madrid dije de irme para Elche porque no podía con esto y pasó algo entre nosotros esa noche. Yo no salí enamorado de allí y tú sí", ha revelado Álvaro dejando a Rosario anonadada, que no se esperaba que su ex fuera a sacar el tema.
"Ese día en Madrid fue precioso. Lloramos muchísimo los dos, teníamos muchos sentimientos y que saques esa noche me parece denigrante como hombre. Nos acostamos pero teníamos claro que no íbamos a volver", ha expresado ella algo avergonzada por haber tenido sexo con él días después de su hoguera final.
Aunque ha habido mucha disputa y reproches de por medio, Álvaro y Rosario han acabado reconciliándose y apartando los cuatro años que llevan "pegándosela" mutuamente: "No te puedo mirar a los ojos porque sigo viendo a la madre de mis hijos", le ha llegado a decir el del tatuaje tribal, que parece estar comprometido a rebajarle de por vida los aguacates a Rosario, que están muy caros.
La historia de Álvaro con Sabela y Rosana
Ha sido Rosana la que ha confirmado durante su charlita con Miriam y Nico que, efectivamente, Álvaro viajó a Mallorca para darle a la ensaimada con ella tras volver de 'La Isla de las Tentaciones'. Un acercamiento que no tuvo en cambio con Sabela, la mujer cuyo pestañeo hizo de aire acondicionado en villa Playa dadas sus kilométricas pestañas postizas (y lo cara que está la luz, que se ahorraron en producción lo suyo).
"Cuando salí de la isla, estuvimos hablando dos semanas, pero al tener el contacto físico con ella yo le dije que necesitaba mi tiempo", ha expresado Álvaro a modo de Burro de 'Shrek' tras ver entrar a su dragona. "Él hace lo que Rosario quiere. Lo tienes agarrado con una correa", ha compartido algo reventada Sabela, que le acusa de haberse portado fatal con ella tras escucharlo decir que no estaba preparado para enamorarse de nadie.
Álvaro y Rosario, ¿la puerta abierta?
Álvaro ha reconocido que su mayor kriptonita es y siempre será su ex: "Ella es mi PUM, es mi debilidad, me la pones delante y se me olvida hasta mi apellido. Es una putada, la quiero tanto que como la quiero de verdad la tengo que dejar ir. Mi vida ha sido una puta mierda, me he equivocado en todo. Esta persona ha estado conmigo siempre, desde pequeño", ha contado dibujando una sonrisa en la cara de Rosario mientras que Sandra Barneda le preguntaba a Sabela que si conocía el "queso-bras".
"No paro de pensar en lo bonito que hubiera sido que no nos hubiéramos fallado. Tengo mis cosas, soy poco atento, pero en querer quiero como el que más y no sé qué hacer", continuaba él intentando meterse a Rosario en el bolsillo. "Hace un momento te quería matar y decirte de todo y ahora solo me apetece darte un abrazo", ha contestado ella.
Rosario ha seguido en sus trece y, pese a haberse visto tentada a perdonar a su ex, ha entendido qué era lo correcto: "No nos podemos permitir hacernos más daño. Te quiero dar las gracias por estar en los momentos más difíciles de mi vida y por enseñarme a querer, porque lo que he sentido contigo no lo voy a volver a sentir ni lo quiero sentir porque eres irremplazable", ha confesado tras abrazarlo.
La madre cierra de golpe la puerta que Rosario y Álvaro pretendían dejar abierta
Charo ha irrumpido en el tierno momento que estaban teniendo su hija y su yerno diarreica de furia: "Eres un peliculero de mucho cuidado. No te perdono. No me lo creo, llevo cuatro años de mentiras. Tengo miedo que se den una nueva oportunidad porque mi hija no ha sido ni será nunca feliz con un tipo como este individuo. Yo con él no quiero tener ningún tipo de relación. A él no lo quiero ni en pintura", ha soltado la madre de Rosario incluyendo en esta retaíla algún que otro más reproche a Álvaro, al que ha negado el saludo.
Rosario, en cambio, ha ejercido como buena hija optando por lo que todos solemos hacer: pasar de lo que dicen nuestros padres. "Si el día de mañana quiero volver con Álvaro, será independientemente de lo que piense mi madre. A día de hoy no va a pasar, pero no pongo la mano en el futuro", ha expresado ella cogiendo de la mano a Álvaro.
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