Isabel Rábago fracasa en su intento de desvelar el secreto de Julen en 'Secret Story': el extronista no es "hermano de su padre"

Isabel Rábago ha ido de listilla de clase y le ha quedado la asignatura para septiembre (del año que viene). La periodista ha intentado pasarse el juego de los secretos creyendo haber destapado la incógnita con la que Julen ha entrado en 'Secret Story: la casa de los secretos' y ha acabado dándose de bruces contra el suelo. La acusadora creía haber confirmado su teoría tras un careo contra su acusado que creíamos que iba a ser épico pero ni siquiera hemos visto en la gala de este martes presentada por Carlos Sobera.

Durante la soporífera 'Noche de los Secretos' presentada por Jordi González y el habitual efecto dormidina que provoca el presentador en los espectadores, la Rábago accionó un botón del confesionario creyéndose Malú en 'La Voz Kids' (el formato adecuado para Julen por la edad que aparenta) con el fin de destapar el secreto del extronista y así estar más cerca del premio que ganará el mejor investigador de la edición.

Cada uno de los concursantes posee una bola numerada con un número primo (Canales Rivera es el primo de Kiko Rivera, pero eso no tiene nada que ver). Entre todas ellas, se encuentra una afortunada esfera que contiene los 50.000 euros que se embolsará el famoso/a que más secretos de sus compañeros averigüe, de ahí el ansia loca de la colaboradora de 'Ya es mediodía' por desenmascarar a su compi imberbe.

Sin opción a ganar 50.000 euros por valiente

Isabel Rábago se aventuró al afirmar que el secreto de Julen de la Guerra era el que decía "soy hermano de mi padre" creyendo que, al ser tan joven, su abuelo paterno podría haberlo adoptado al nacer para que su progenitor pudiera seguir haciendo vida de pipiolo a pesar de tener ese niño tan adorable en casa.

Tras el careo con el concursante acusado, la que también es abogada del cancaneo (a la que creo que le han regalado el título como buena PPera que ha sido tras ver el resultado de su interrogatorio) tenía que decidir si iba hasta el fin del mundo con su teoría o si retiraba su apuesta asegurando su pelota prima unos días más, hasta nuevo aviso.

Isabel Rábago se ha jugado su bola (donde quizás haya mucho más dinero del que va a ganar saliendo 15 minutos diarios en el programa de Sonsoles Ónega) y ha acabado teniendo que entregársela a su rival. Julen, en el día de su cumpleaños, ha finiquitado la gala con dos esferas, el poder de la inmunidad (asegurándose una semana más en el reality) y nominando en la privacidad del confesionario mientras sus compañeros se mataban vivos en el salón en una movidita noche de nominaciones a la cara.