Hugo Pérez, la debilidad de Sandra Barneda y de toda España: Este es el motivo por el que ha vuelto a hacerla llorar en 'La Isla de las Tentaciones 3'

Porque se acerca San Valentín (mal momento para romper parejas, que se lo digan a Telecinco) y sé que Sandra y Nagore están tan enamoradas que quieren ser madres, que si no diría que la finalista del Premio Planeta se va a ir de 'La Isla de las Tentaciones' de la mano de Hugo Pérez provocando un siniestro total en su relación con Lara.

¡Que le gusta a Barneda un/una concursante carismático/a de 'Gran Hermano'! No me digáis que este shippeo presentadora-participante no es el plot twist que merecemos en esta edición tan atípica y llena de filtraciones... Hombre, siempre pueden Sandra y Nagore adoptarlo como hijo. Espacio no les va a ocupar, que tiene una caravana.

Ya la vimos soltar el moquillo y echar alguna que otra lagrimilla con la epopeya amorosa de Huguito uno de los días que la presentadora se personó en la casa para meter un poco de cizaña entre los chicos.

Pero es que Sandra ha vuelto a llorar como si le hubiera tocado la mesa electoral a raíz unas de las declaraciones del gallego durante la reproducción de los vídeos en la tablet que carga el Diablo hasta el 100% de batería de mamoneo.

Para Hugo, esta segunda hoguera ha sido muy dura porque ha visto cómo su novia Lara asistía a los coachings de Rubén, el tentador profesional (el de Fani, sin ir más lejos) del programa y el Cristina Soria (psicóloga de 'Sálvame') particular en sus ratos libres.

Y es que a la doble de Victoria Federica se le hizo el chichi Fresisuis desde el primer momento que vio al repetidor entrar por Villa Montaña... ¡Cómo le gustan los malotes! Sus amigas han llegado a calificar a Lara como una "frikifan" de Rubén Sánchez... ¡Con esto te lo digo tó!

En la primera temporada (y única) de imágenes protagonizadas por Lara y Rubén, Hugo ha tenido que escuchar cómo su novia decía que su relación "está en la mierda", que él es un crío con el que no va a poder tener hijos y que no se está acordando de él. El cuerpo del gallego hablaba por sí solo de la rabia que estaba sintiendo: con más tembleque en las piernas de un granaíno (después de tanto terremoto) y el puño en la boca.

"Me rayan más estas conversaciones que la cita con Rubén. Sé que le hice mucho daño, sé que no es cien por cien feliz porque no confía en mí. Yo creo que lo estoy haciendo bien, ella dice que hay comportamientos míos por los que no voy a poder volver a entrar en su casa, pero no lo veo así", ha explicado Hugo a su mami Sandra garantizando que en la casa no está cohibido, sino respetándola porque es lo que le nace realmente.

Hugo Pérez no ha podido evitar formar un nudo en la garganta al verbalizar que cree que su novia está desenamorándose de él en este reality: "Estoy enamorado de esa tía, estoy enamorado y muy enamorado. Me doy cuenta pues aquí, ¿sabes? Cosa que ella parece que se da cuenta al revés", ha dicho con el mismo vibrato en la voz que Amaia Montero en un concierto después de cuatro copazos.

"Tengo miedo de que no quiera salir de aquí conmigo. Yo la quiero mucho y, haga lo que haga, siempre la voy a respetar. Fue la única tía que me enamoró", ha continuado Hugo (el ídolo de todas las adolescentes, de Sandra Barneda y de la España vaciada) rompiéndose por completo, recibiendo el abrazo de todos sus compañeros mientras que a la presentadora empezaba a ver volúmenes extraños por culpa de sus lágrimas.

Al ver a la comunicadora llorar como los devotos de la Reina del Martes Santo, Hugo Pérez ha seguido explicando el porqué le duele tanto ver esas imágenes de una Lara tan desilusionada con él y tan ilusionada (con besitos en el cuello y todo) con Rubén Sánchez.

"Yo, cuando tenía 18 años, salía de fiesta y me daba igual todo, me liaba con seis en una noche. Tenía esa locura que creo que todos tuvimos en la vida, pero llegó ella y me cambió la vida", decía el exgran hermano mientras que Sandra asentía como si estuviera asistiendo al mitin amoroso de su partido mucolítico (no para de moquear con Huguiño) favorito .

"Estoy jodido, muy jodido, pero yo nunca voy a hablar mal de ella porque no tiene nada malo que decir porque ella, para mí, lo es todo", decía sin poder parar de mover los pies por los nervios como si estuviera sonando la Tusa y llorando a moco tendido antes de celebrar que no hubiera más imágenes para él.

El collar del veto ha entrado en acción, un artilugio maligno y hawaiano (a partes iguales) gracias al cual cualquiera de los novios podrá bloquear al tentador favorito de sus novias para la próxima cita. ¿Lo habrá usado Hugo para evitar que Lara se salte la distancia de seguridad con Rubén? Haz click en este link para comprobarlo.