Como buena telecinquera, Gloria Camila Ortega se ha sometido a un buen retocazo estético. La muchacha lleva varios meses colaborando en 'Ya son las Ocho', y aunque ha tardado en contagiarse el famoso virus que campa a sus anchas por los pasillos de Mediaset, al final ha caído. La hija de Ortega Cano ha pillado la enfermedad del famosete y ya ha pisado la primera clínica estética.
La hermana de Rocío Carrasco ha caído en la tentación. Aunque jamás pasó por quirófano para implantarse un par de 'tetis' y tampoco ha pedido cita en la clínica de Carla Barber para llenarse el rostro de bótox, lo cierto es que Gloria también ha puesto remedio a su mayor complejo a golpe de talonario.
Cansada de arrastrar su pasado junto a Kiko Jiménez como una losa, la muchacha ha decidido borrar varios tatuajes de sus cuerpo. "Estoy empezando poco a poco porque hay un montón de tatuajes que me quiero eliminar", ha dicho Gloria, harta de recordar al actual churri de Sofía Suescun cada vez que mira los dibujos de su piel.
Tal y como publica La Razón, el precio de este tratamiento anti-exnovios podría costar hasta 3.000 pavos, aunque atendiendo al Instagram de la muchacha, no hay que ser muy listo para saber que le está saliendo gratis por publicitar a la clínica a la que acude. ¡Así ya se puede!
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