Las Campanadas de cada 31 de diciembre no solo son uno de los mayores espectáculos televisivos del año, sino también esa gran oportunidad para sacar a los críticos de moda que llevamos dentro valiéndonos de la formación que hemos adquirido de las temporadas de 'Maestros de la Costura', los superconsejitos de nuestras influencers de cabecera y las valoraciones pitiminís de Josie mientras que lucimos unos espectaculares gorros de cartón y pelucas de espumillón marca 'Cotillón'.
Un trago por el que pasan de forma anual algunas de las figuras televisivas más relevantes y, como era de esperar, no lo hacen gratis, sino por un buen piquito. Vamos, que a los presentadores y presentadoras elegidos por las cadenas de televisión les sale rentable ser la comidilla de todas las familias reunidas.
¿Cuánto cobrará la Pedroche por ser el putching ball (saco de boxeo) de la parte conservadora de la mesa (esa que te pregunta si te has echado ya novio/a presuponiendo la heterosexualidad de los jóvenes de la familia y que quieren ver TVE por tradición) con esos estilismos imposibles que luce cada año en Antena 3? ¿Y Anne Igartiburu? ¿Cuánto pilla para poder permitirse cada año un 'Lorenzo Caprile' auténtico sin repetir? Nosotros lo sabemos.
Según ha publicado el diario 'The Objective', Cristina Pedroche es la que encabeza el ranking de las mejor pagadas de la noche del año en que toda España come uvas a la vez y lleva el mismo color de ropa interior. El misterio y el morbo que genera el outfit de la de Vallecas ha conseguido revalorizar su misión en la Puerta del Sol en los últimos siete años (comenzó presentándolas en LaSexta en el año 2014 junto a Frank Blanco) llegando a cobrar hasta 60.000 euros por Nochevieja. Un precio que, según reveló la propia presentadora, estaría incluido a modo de cláusula en el contrato de cadena que tiene con Atresmedia. ¡No me extraña que luego le parezca barato el menú del restaurante de su chico!
La segunda presentadora más cara es, en efecto, la que encabeza cada año los datos de audiencia (hasta que este año le ha adelantado su competidora más extravagante por la izquierda) gracias al arraigo cultural que hay en los hogares a la cadena pública. Anne Igartiburu, según el medio anteriormente citado, se embolsa cada añito 30.000 euros. Un sueldazo que no solo le podría dar para vivir trabajando solo la última noche del año, sino que también debería garantizar unos regalazos de Reyes a todos sus familiares y allegados. Más le vale no ser la típica cutre que regala unos calcetines a su cuñado o una botella de vino a sus suegros ahora que se ha hecho público el Bizum que recibe cada Año Nuevo por parte de TVE desde hace 17 años.
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