El pedrolo de Tamara Falcó ya no está en las manos de las marquesa. Al descubrir que su futuro marido es un auténtico 'viva la vida', la Falcó se arrancó anillo de sus dedos de inmediato. Pudo haberse hecho un Rosa Benito y quemarlo en 'Sálvame' delante de toda España, pero 'Tami' tiene más clase que todo eso. Se comportó como una buena cristiana y no se dejó llevar por sus impulsos más primarios.
Al descubrir que Onieva se comió el boquino con una jovenzuela hace tan solo un par de semanas, la hija de la Preysler decidió cortar por lo sano. Acudió a la boda de unos colegas junto Íñigo y, al acabar el evento, descubrió el pastel (y no me refiero al del banquete). Las pruebas eran tan evidentes que el propio infiel confesó la deslealtad, y fue entones cuando Tamara mandó a freír churros su pedrolo de 14.500 pavos.
Pudo haberlo guardado para después empeñarlo, pero su moral se lo impidió. Tal y como publica La Razón, la 'celebrity' abandonó su joya en una mesilla de la casa que compartía con Onieva. Allí dejó el anillo y también a su entonces churri, a quién aseguró que jamás volvería a sus brazos.
En este momento, el carísimo pedrolo de Tamara está en manos del hombre que la engañó, y a juzgar por las últimas informaciones, todo parece indicar que Onieva lo guarda como oro en paño con la esperanza de recuperar a su princesa.
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