A diferencia del resto de 'celebrities', Nieves Álvarez no ha pasado el verano repanchigada en un yate de infarto por las Baleares. Ha sido ahora, a finales de agosto, cuando la modelo ha encontrado un hueco para escaparse a la isla de los famosos. ¿El motivo? Nieves se ha tirado unos cuantos días cuidando de sus retoños, contagiados de Covid-19 tras regresar de un campamento.
Aunque no ha sido un verano idílico para Nieves Álvarez, no hay drama que pueda evitar sus posados veraniegos en Instagram. El mes pasado rompió su relación con el abogado Manuel Broseta (54), propietario de uno de los restaurantes más famosos de Ibiza, 'Alma Beach'. Después, tuvo que encargarse de sus tres renacuajos, contagiados de coronavirus al regresar de un campamento de verano. Pero, atención: Nieves posa igual de divina en redes sociales.
Penas tenemos todos, pero un cuerpazo como el de esta mujer es difícil alcanzarlo. A sus 47 tacos, la musa y amiga íntima del diseñador Juan Avellaneda luce un tipazo que ni la propia Makoke a sus cincuenta y tantos. Postura por aquí y postura por allá, la presentadora por fin disfruta de unos días de descanso en un yate de lujo.
Por si el verano no hubiese sido lo suficientemente retorcido con Álvarez, va y se encuentra a su ex marido en Ibiza. Según publica la revista del saludo, la modelo se ha topado con el fotógrafo Marco Severini durante sus vacaciones y le ha tocado tragar saliva. Aunque la relación es buena, es posible que Nieves haya tenido que tomarse un par de copitas de champán para olvidar el momento.
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