Cristiano Ronaldo cuenta con una joya menos en su garaje. Durante sus vacaciones en Mallorca, uno de sus empleado ha empotrado el Bugatti del futbolista contra una casa de campo. Sí señor, es real. El trabajador del portugués no controló el embrague, se despistó con las vistas o, quién sabe, puede que fuera con una copichuela de más. En cualquier caso, el resultado es evidente: el cochazo de Cristiano está hecho trizas.
El churri de Georgina estaba profundamente enamorado de su carro. Cuando lo compró, no dudó en publicar la noticia en Instagram: "Llegó el animal", escribió. Lo que no imaginaba es que el verdadero animal estaba entre sus empleados. Tal y como publica Informalia, fue uno de ellos quien estrelló el cochazo contra una caseta de campo. Cristiano debe estar dolido, pero el dueño de aquella humilde morada quizás lo esté todavía más.
Ronaldo y su familia se encuentran en Mallorca disfrutando del calorcito. Antes de poner rumbo a la isla, Cristiano ordenó trasladar dos de sus coches hasta las Baleares para poder recorrer la zona. Uno de ellos fue el Bugatti, valorado entre los 2,5 y los 8 millones de euros. Cuenta con más de mil caballos de fuerza, alcanza lo 400 km/h y tiene la capacidad de acelerar de 0 a 100 en menos de tres segundos.
'Cris' pretendía disfrutar de su pequeño por las carreteras de Mallorca, pero la torpeza de su empleado personal se lo ha impedido. Aunque se desconoce la reacción del futbolista, lo cierto es que todo apunta a que debe llevar un cabreo de la leche. És un tío que adora sus coches, y aunque el dinero no es un problema para él, su colección de bicharracos es sagrada.
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