Tras la marcha de Pilar Rubio, el programa de las hormigas se ha visto obligado a buscar a otra tía sexy que haga el papel de agente 007 en Antena 3, y la han encontrado. Ella es Kira Miró, la actriz más afortunada del momento. Se acabó lo de estudiarse un guion malucho por cuatro perras gordas, ahora curra con Pablo Motos haciendo pruebas chungas con la única finalidad de impresionar al público.
España dice adiós a la mujer de Sergio Ramos para dar la bienvenida a Kira Miró, que ha llegado a 'El Hormiguero' pisando fuerte. En su debut como colaboradora oficial del formato, la tía ha demostrado que tiene talento del bueno para enfrentarse a todo tipo de retos. Primer día de curro y Kira ya se ha visto con una carabina en sus manos.
La actriz tenía que clavar un clavo de cinco milímetros con un disparo de carabina, y lo consiguió a la primera. El público no tardó en ovacionar a la nueva 'superwoman' del 'late night', aunque Pilar Rubio podría estar en su mansión francesa mordiéndose las uñas. ¡Já! Los que también estuvieron presentes en el programa de Motos fueron Óscar Casas y Blanca Suárez, dos guapos tan guapos que no pueden darnos más envidia, y de la mala.
Casas y Suárez visitaron el plató de las hormigas para presentar su nueva serie en Netflix, Jaguar. A partir de este mismo miércoles, ya es posible disfrutar de esta serie trepidante dirigida por Carlos Sedes y Jacobo Martínez, que gira en torno a un grupo de agentes que pretenden dar caza a los miles de nazis que llegaron a nuestro país tras la II Guerra Mundial.
El proyecto tiene buena pinta, pero lo más destacable de Óscar y Blanca es el buen rollete que hay entre ambos. Recordemos que la actriz estuvo enrollada con Mario Casas durante un tiempo, algo que no parece haber interferido en su relación con Osquitar. Es más, Suárez se ha deshecho en halagos con su compi de curro: "Va a pegar muy fuerte, como su hermano o más. Él nos está adelantando por la derecha a todos".
Además, ambos han confesado pasárselo pipa durante los rodajes, donde todos los actores se aficionaron al juego más viejuno de todos los tiempos: la petanca. La regla principal para echar una partida es tener más de 70 tacos, pero estos 'millenials' se la han saltado a la torera. El pequeño de los Casas ha admitido ser muy competitivo y, para rematar, también ha confesado ser un presumido de narices. Ostras, que tío más coñazo.
Y Blanca también tiene lo suyo, no te creas. La actriz ha dicho ser adicta a los sándwiches y exige tener SIEMPRE una sandwichera en su camerino. Hija, ¿y dónde los metes? Ah, calla, que los quemas después jugado a la petanca.
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