Casa Real se pronuncia sobre las impactantes quemaduras de la princesa Leonor: ¿Cómo fue el accidente?

La princesa Leonor y la infanta Sofía han acudido juntas al Museo Dalí de Figueras, en Girona. Se trata su primer acto sin la compañía de sus padres, y lo cierto es que ambas han superado el reto con éxito. Enfrentarse a las cámaras, a los periodistas o a la reacción de los más curiosos no siempre es tarea fácil, pero Leonor ha demostrado ser toda una experta en esto de las apariciones públicas. Se mostró natural, correcta y especialmente generosa con su hermana.

Leonor ya luce como una verdadera mujercita. Su actitud ya no es la de una niña que ocupa un segundo plano, ahora es ella la protagonista. Camina con firmeza, se mueve con seguridad y resulta evidente que está acostumbrada a ser el centro de atención. En su llegada a Girona, la hija de Flipe y Letizia se mostró visiblemente cómoda y tuvo varios gestos de cariño con su hermana, a quien se encargó de guiar en todo momento.

Las formas de Leonor fueron estupendas. La joven no tiene un solo 'pero' en lo que a protocolo se refiere, pero hubo algo que acaparó la atención de los periodistas. La heredera tenía varias heridas en su mano izquierda, concretamente en los dedos. Parecían quemaduras, una especie de 'rasmazos' que podría haberse hecho, quién sabe, al caerse de una bicicleta.

Las heridas resultaban bastante llamativas, especialmente porque brillaban a la luz del sol debido a la pomada que la muchacha había aplicado sobre ellas. Tal y como publica Semana, Casa Real no ha sabido dar ninguna explicación acerca del accidente que habría sufrido Leonor. Al parecer, desconocían que la princesa estuviese herida. Y no, lo cierto es que no es creíble que en Zarzuela  nadie se fijase en la mano de la princesa, pero tendremos que conformarnos con la versión oficial.

Aunque se desconoce qué pudo pasarle a la nieta de Don Juan Carlos, hay algo que ha quedado clarinete tras publicarse las imágenes: Leonor es humana y por sus venas no corre sangre azul. Por si alguien lo dudaba, la princesita es de carne y hueso. Siente, padece y sufre imprevistos como cualquier otro mortal. ¡Já!