Así es la vida de Diego, Lola y Horus seis meses después de 'La Isla de las Tentaciones 3' sin tentadores a la vista (uno de ellos literalmente)

Tras la docuserie por Instagram que tuvo a toda España en vilo, 'Diego, contar la verdad para seguir vikingo', por fin vamos a conocer qué ha ocurrido con la custodia de Horus, el verdadero asunto que tiene a España en vilo. Como diría Díaz Ayuso, "Custodia compartida (Socialismo perruno) o Libertad".

Y es que la (mala) relación de James Lover y Lola, seis meses después del fin de la grabación del programa, tiene menos misterio que hacerse Tinder en tu pueblo (que ya os conocéis todos): "Lola es una persona con la que no volvería nunca", ha admitido el Omar Montes (cantante y boxeador) de Wallapop.

Diego se llevó una decepción con Carla Divinity tras salir de 'La isla de las Tentaciones 3'. Ahora es más de Nova, por lo que se ve. La tentadora que suda ácido hialurónico volvió con su ex nada más acabar la apasionante aventura de cobrar por hacer caer a Diego el Vikingo en la tentación.

Diego y Lola no se habían vuelto a ver tras su experiencia golfa en el golfo dominicano, solamente cuando ella ha ido a recoger al perro de su casa y un día que se la encontró llorando en el AVE: "Me pidió perdón, me dio un abrazo diciendo que se arrepentía", ha asegurado con la emoción en la voz y el énfasis que le caracteriza... A ver, es que parece que se ha echado laca en sus emociones y vive en una resaca constante... ¡Qué poca iniciativa tiene el tío cuando no se trata de la puta mejor serie!

Diego ha revelado que Lola está saliendo con otro chico tras haber pasado de su apasionante y tórrida relación con Carlos Algora, el hombre invisible de Villa Montaña. Después de tener un novio asintomático de emociones (el vikingo cántabro) y a Siri como mejor amiga (porque con las de la casa, muy bien no se llevaba), la amante perruna se merecía por fin alguien de carne y hueso, con sentimientos y todo.

La principal damnificada del proto-reality 'La Isla de las Detenciones' ha hecho su entrada triunfal luciendo más seguridad en sí misma y, por primera vez en estos meses, sin llorar:

"Llevaba una vida de señora de 50 años, me di cuenta enseguida que podía divertirme, conocer gente, pero sobre todo llegué con el ego por los suelos, yo no me veía un pibón. Que viniera un hombre como Simone y me dijera que era una chica explosiva, sexy me abrió los ojos, igual tenía que creérmelo un poquito", ha comentado Lola asegurando ser una mujer nueva.

Lola ha situado de nuevo el origen de su problema con Diego en "el maldito videoclip", hemos retrocedido en el tiempo, como si las manualidades con las que art-attackó a Carlos en presencia de Lucía o el mejunje que soltó junto a él en todos los rincones habidos y por haber de la casa con el hombre invisible no hubieran tenido nada que ver o, mejor aún, nunca hubieran ocurrido. ¡Eso sí que lo vimos, Lola Lolita la piconera!

Diego James Lover, con mucha educación (todo sea dicho), porque será cabezón (como buen busto que es), pero las estatuas también tienen unos principios, le ha echado en cara a Lola que sus acusaciones eran muy incoherentes, sin ser ella nada de eso (#ModoIroníaON, que ha mareado más que haciendo un Sudoku en los asientos del bus contrarios al tráfico).

"Si la relación hubiera estado mal, no me hubieras pedido tener un hijo conmigo. No tiene sentido, la verdad", le decía el que parece haberse pasado a las series de ladrones o espías dado su look de Lupin. "Me duele mucho haber sido la única novia que te ha hecho daño, no sé hacer una tortilla sin romper los huevos", ha añadido ella siendo muy explícita y crítica con sus actos en la isla.

Lola, asentada, confiada y confirmada como concursante de 'Supervivientes' está muy contenta, no solo por tener a Horus consigo cada dos meses, sino porque también ha rehecho su vida con un hombre, tal y como spoileó ella misma en Instagram: "Tengo una pareja. Sólo han pasado seis meses, pero no puedo evitar lo que me dice el corazón, ya me conoces, Sandra", admitía confirmando lo que ya sabíamos, que eso de que necesitaba tiempo para sí misma era postureo.

Diego ha confesado que está muy preocupado por Horus, el perro de la discordia. El pobretico ya se ve comprando el Nintendogs y haciendo un maratón para solucionar los nuevos problemas psicológicos que atraviesa su mascota: "Cuando viene de casa de Lola lo veo rayado", admitía muy afectado. "Pues cuando está conmigo viene genial", ha rematado Lola hurgando en la herida, orgullosa de que el pienso gourmet en el que se está dejando los billetes esté dando resultados .

Vía | Mitele Plus