Si Jesús y Marina echaban de menos la Feria de Abril sevillana, han tenido una buena dosis de careos y de bailar frente a frente (aunque no por sevillanas de María del Monte) en esta última hoguera sin imágenes donde los tentadores y tentadoras han demostrado, una vez más, que en el momento en que se les deja hablar más de lo habitual, el umbral de 'vergüencita ajena' por metro cuadrado se dispara vertiginosamente.
Una novedad de esta tercerda temporada consistente en unos enfrentamientos que vienen a ser lo más parecido que se puede ver en televisión a medírselas entre ellos y peleas de gatas en el barro entre ellas. Nosotros que (a diferencia de Camilo) llevamos una vida de ricos, ya hemos visto el combate Pokémons de Lobo y Jesús gracias a la suscripción en MitelePlus.
Lobo ha llegado a la hoguera sin calzoncillos (se los podría haber liado a la cabeza como Shin Chan cuando se disfrazaba de Ultrahéroe ya que estamos), con unos chinos con los que se le marcaba toda la merienda para poder vacilar a gusto con un perreo guarro frente a los Power Rangers made in Spain cuyo lema de transformación es "¡Esta noshe, carricosheee!"
"¡Alegrad esas caras, que ya está aquí papá, hombre!", decía Isaac Torres mientras que Jesús lo miraba con la misma cara con la que un 'Amish' mira un iPhone. Lobo ha seguido con un vaivén de caderas, perreándoles con distancia de seguridad, como si fuera de un vecino a otro durante el confinamiento a las 20:00 horas. "¿¡Qué hace!?", respondía el exnovio de Marina rabiando.
Diego, con ganas de enseñarle a su puño izquierdo llamado 'Viki' y el derecho llamado 'Ingo', le ha llamado "payaso", a lo que papi chulo, el líder de la mamada manada ha contestado lanzándole un besito con guiño incluido como el emoji que suelta un corazón por la boquita.
"Se está riendo de mí, tío", se quejaba Jesús a sus compis, los One Direction de Matalascañas (cuatro desde que Manué dejó el grupo para hacer un dueto flamenco, a lo Kiko y Sara, con Fiama -sin éxito seguramente-). Es entonces cuando Jesucristo Surferstar ha ayudado a su prójimo recordándole a Isaac su tonteo con Lucía, a lo que este ha respondido con un "tú te callas calamar" de muy mal gusto.
Jesús ha tenido la oportunidad de hacerle un formulario exprés al más puro estilo 'Super Pop, ¿cuán de cabronazo eres?' con tres preguntas que Lobo debía responder tan sólo un con sí o con un no.
Lo primero que el sevillano ha querido saber es si fue Marina la que se lanzó. Isaac se ha desorinado de la risa respondiendo que "no" porque, según él, la respuesta correcta (aunque prohibida) sería decir que fue mutuo.
La segunda cuestión que ha lanzado Jesús con su cara de pillín ha sido: "¿Se ha arrepentido en algún momento (Marina) de lo que ha hecho?" Isaac Torres ha dicho de nuevo que no, dando a entender que ella está de lo más orgullosa de haberse metido en la boca del lobo y de darle al bacalao tostado con él en la parte donde da el chorrito masajeador de la piscina.
Jesús ha dejado caer sus dos teorías sobre Marina: o bien que lleva 6 años engañado (eso a Conchita con el polígrafo no le pasa) o que los de aduanas la cambiaron en el aeropuerto por una conejita playboy y ahora mismo la que era su novia se encuentra en algún lugar de Estados Unidos en una mansión enorme con todos los gastos pagados (vaya, igual que en 'La Isla de las Fornicaciones', pero sin cámaras).
"Yo creo que Marina siempre ha sido así, pero tú no la dejabas ser, ni vestir como quería, ni salías con ella a bailar. Yo por mi pareja hago lo que sea", le recriminaba Isaac a Jesús (que dice que no le gusta bailar aunque ahora suba diez TikToks diarios) erigiéndose como el César Millán de la seducción.
La última pregunta de Jesús para Isaac se ha centrado en si Lobo tiene planes de futuro e intención de salir del programa con Marina. "Por supuesto que sí, te invitaremos a Barcelona, tranquilo [...] No puedo decir que esté enamorado, pero sí que siento esa atracción, esa llama y creo que es mutuo. Tenemos muchas cosas en común. Fuera vamos a seguir conociéndonos", contestaba Isaac con una seguridad aplastante mientras que el novio de la sevillana ponía pucheritos.
Hugo Pérez le ha increpado preguntándole si, con ese discursito de canción de Romeo Santos que parece sacado de una nota de audio de WhatsApp de un adolescente a su crush, se refería a Marina o a Lucía, con la que lo habían visto tontear en otra de las hogueras: "¡Con Marina! ¿Estás sordo o qué? Lo tienes a menos de dos metros", decía el ratón vacilón de Isaac.
"Como en tres días te cansaste de la chavala, por eso te pregunta", decía Diego impulsado por sus antepasados vikingos a meterse en la pelea. "No, no, en tres días fue cuando se la quité", ha corregido el Lobo sacando los dientes y arrancándoselos a Jesús como si fuera el Cocodrilo sacamuelas.
Jesús ha acabado esta experiencia de tener en frente al tentador con el que su novia le puso los cuernos nada más llegar al concurso con una reflexión Jumanjiana: "El lobo aúlla mucho, pero después muerde poco. Me lo ha demostrado, le he mirado a los ojos y él me ha quitado la mirada varias veces. Yo cuando tengo una presa no le quito la mirada nunca, ni se la he quitado en mi vida a sabiendas que iba a perder, así que el lobo para mí es un perrito", decía la incoherencia de Triana en este ejercicio de autoengaño.
Vía | MitelePlus
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