Se viene jaleíto del bueno esta noche en las hogueras sin imágenes de los chicos y chicas de 'La Isla de las Fornicaciones': los vídeos habituales del petardeo de los novios y las novias de los concursantes han sido sustituidos por sus solteros y solteras favorites en carne y hueso.
Una novedad de esta tercerda temporada consistente en unos careos que vienen a ser lo más parecido que se puede ver en televisión a medírselas entre ellos y peleas en el barro entre ellas. Nosotros que, a diferencia de Camilo, llevamos una vida de ricos, ya hemos visto los combates Pokémons gracias a la suscripción en MitelePlus.
Los novios (ex en la mayoría de los casos) han tenido la oportunidad de hacer tres preguntas a los tentadores favoritos de sus churris con la única condición de que pudieran ser respondidas con sí o no.
Pero claro, dado el bajo nivel de comprensión de la mayoría de ellos, con superávit de desatención como modo de vida, se han pasado las normas por el mismo sitio donde Manuel le echó la pasta de dientes a Fiama en el baño.
Solo la presencia de Carlos 'El Barqueta' ya ha incomodado al vikingo Diego, al que se le salían por los ojos las ganas de merendar una torta sevillana triturada...
De repente, le ha entrado a James Lover la urgencia por practicar sus ejercicios de boxeo matinales... ¡Y no me extraña! El tentador ha entrado muy provocador a la hoguera pidiendo un Dormidina porque lleva "varias noches sin poder dormir, porque en la habitación de Lola no se pega ojo".
Tras las presentaciones oficiales, Diego se ha mordido la lengua (literalmente) para no usar a Carlos como saco de boxeo por sus provocaciones: "Mira, te tengo que agradecer porque me has hecho un gran favor, me has hecho darme cuenta que la persona que tenía al lado no vale un duro", verbalizaba el rey de la guaraná de los videoclips de reggaetón.
El tentador, que es la versión con sobredosis de batidos proteícos de aminoácidos de Miguel Bernardeau ('Élite'), ha reaccionado defendiendo que Lola es "una pedazo de tía": "No puedes comparar a un tío como tú con un tío como yo, niñato", decía el sevillano antes de que Sandra Barneda aclaraba que no iba a permitir ni una falta de respeto más.
La actitud de chulo integral del Jhonny Bravo de Triana ha hecho desatar la ira de Diego, que por momentos iba convirtiéndose en el rinoceronte de la escena de la estampida de Jumaji: "Si me falta el respeto, me levanto y le bajo abajo", decía el Potro de Vallecas millennial a punto de quitarse los zarcillos de la colección de joyas de Anabel Pantoja que lleva en las orejas.
La primera de las tres preguntas que podía hacerle Diego al genio de la lámpara (apagada, para cabalgar cual sheriff del rodeo) la ha utilizado el boxeador (KO) para saber si Carlos fue quien entró a Lola. Carlos ha respondido que no, explicando que fue ella quien se le echó encima después de la hoguera de confrontación con su novio.
"Me gusta la respuesta, eso me deja las cosas más claras aún, si ha sido ella la que ha ido a por él... Al final la tentadora es Lola, es lo que parece", añadía el viceverso con la frialdad que le caracteriza. Este señor es tan frío, que es capaz de dejar el coche en segunda fila y que no se le salga el corazón por la boca... ¡Qué pancho es!
La segunda cuestión de este formulario de la SuperPop 'cuánto de fucker eres' ha sido si Lola se arrepiente de lo que ha hecho bajo las sábanas o no. Hay que admitir que Carlos tiene mucho mérito porque ha respondido un no tajante a esta pregunta sin reírse. "¿Arrepentimiento? ¿Eso qué es? ¿Eso se come?", diría la amante perruna si estuviera delante.
"A no ser que sea un embustero y esté traicionando a la chavala, con estas respuestas, si antes venía seguro, ahora lo estoy más [...] A ver cómo la cuidas tú, chaval, si es que te vas con ella de aquí", contestaba Diego a Carlos cuando este justificaba que Lola no se arrepentía porque su novio la había dejado "de lado" mucho antes.
Nuevamente, Diego y el Barqueta han empezado a medírselas para ver quién era mejor partido para Lola. El Omar Montes de nuevas generaciones (cantante y boxeador) se refería a Carlos como "pintamonas", un gran Art Attacke, en su línea de las pinturas acrílicas. El sevillano, por su parte, le decía que "en esta vida hay que saber ganar y perder", como si "el cielo de niña" a la que tanto defendía fuera un trozo de plástico en forma de premio.
La última pregunta de Diego ha sido "¿Tienes proyectos de futuro con Lola?". Los cuatro One Direction de Matalascañas (uno menos desde que Manué dejó el grupo para iniciar su carrera en el flamenco con Fiama, a lo Kiko y Sara) han soltado una carcajada al ver la cara desencajada que se le ha quedado a Carlos, que ha terminado soltando un "sí" con la misma credibilidad que Kiko Matamoros anunciando un champú crecepelo.
"Me encanta la respuesta también. Cuanto más afinidad tenga Lola con él y cuanto más hayan hablado de planeas de futuro, yo me quedo más tranquilo. Si Lola se ha liado con el mequetrefe este, pero a la vez está arrepentida, creas o no, me hubiera tocado la fibra y me hubiera creado una dualidad en el corazón", ha zanjado Diego soltando por fin la única palabra que aprendió en sus años estudiando Derecho ("dualidad") y volviendo a su expresión facial fijada con laca desde los inicios del reality.
Vía | MitelePlus
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