Anabel Pantoja, hundida en su regreso a España: Arelys no la quiere ni en pintura

Anabel Pantoja es, en estos momentos, un mar de lágrimas. La Pantojita ha demostrado ser puro sentimiento, y toparse con el 'NO' rotundo de Arelys la ha roto en mil pedazos. Ella quiere a Yulen, está enchochada hasta la médula y desea con todas sus Panto-fuerzas comenzar su historia de amor con él. El esgrimista también está ilusionado, pero hay una mujer que se opone a la relación: Arelys, la suegra demoníaca.

Arelys es una toca pelotas de manual. Sobreprotege a su hijo hasta el punto de entrometerse en las cuestionas más íntimas de su vida, y lejos de hacerle un favor, lo que ha provocado es que su pequeño, ese que tiene ya 27 tacos, se comporte como un niño en un campamento de verano. El pobrecillo se pasa el día hablando de lo muchísimo que adora a su mami, y Anabel, que no tiene demasiados reflejos, confió en que aquella señora la aceptaría.

Evidentemente, eso no ha ocurrido. Arelys detesta a la Pantojita y así lo confirmó el polígrafo de Conchita. Se empeñó asegurar por activa y por pasiva que su hijo y Anabel jamás serían pareja, hasta que las noches de pasión en los Cayos Cochinos le demostraron lo contrario. Nada más pisar España, Yulen tuvo una conversación con su madre y le dejó clarinete lo que sentía por Anabel, pero mala hierba... nunca muere.

Arelys no puede evitarlo. Es superior a ella. Necesita "proteger" a su cachorro y le hierve la sangre al pensar que pueda compartir su vida con una mujer que no sea ella. Tal y como publica La Razón, Anabel está triste, decepcionada y muy dolida. Confiaba en que lo suyo con el esgrimista llegaría a buen puerto, pero la suegra diabólica se ha interpuesto en su camino.