Anabel Pantoja, a moco tendido tras la exclusiva de Yulen: alivia sus penas comiendo pizza

Anabel Pantoja ha recibido la puñalada que jamás hubiera imaginado. Cuando conoció a Yulen creyó haber topado con el hombre perfecto. Era inocente, algo tímido y desconfiado. Parecía un cachorro, un peluche morenito al que Anabel adoraba abrazar bajo sol hundureño. Su tonteo era evidente, se alargó durante meses y después llegó el beso.

De pronto, una chispa saltó en 'Supervivientes' y la llama del amor ardió con fuerza. Yulen y Anabel estaban enamorados. Aquel infierno con playas vírgenes y cangrejos asesinos fue testigo de la pasión desenfrenada entre ambos. Se amaron bajo el saco de dormir, compartieron sus cuencos de arros y retozaron en el mar como adolescentes. Aquello era amor del bueno, y cuando terminó el concurso, el noviazgo perduró en las calles.

Recorrieron juntos medio planeta, visitaron los mejores restaurantes y durmieron en los hoteles más exclusivos. Tras varios meses de penurias, los tortolitos disfrutaron de su particular luna miel. Un luna de miel que, por suerte o por desgracia, fue el principio del fin.

Yulen detectó ciertas actitudes de su churri que no lograba comprender. Aquella Anabel sencilla y humilde que conoció en Honduras había desaparecido. La prepotencia invadió a la Pantojita y, tal y como revelaron en 'Sálvame', Pereira llegó a vivir situaciones muy embarazosas a causa de la mala educación de su chica.

Tras comprobar que la sobrínisima era una auténtica soberbia, el esgrimista la mandó a freír espárragos. No podía más. El comportamiento de Anabel le superó por completo y "sus celos y sus inseguridades" dinamitaron la relación, tal y como relata en su exclusiva para Lecturas.

Anabel, tras conocer la gran rajada del esgrimista, se encuentra hecha unos zorros: "No quiere saber nada que tenga que ver con su pasado, y menos cosas que pueden hacerle daño. No quiere hablar de esto, solo quiere mirar hacia delante", comentaba Kike Calleja en el programa de las frutas.

Par aliviar sus penas, la Pantojita disfrutó ayer de una pizza familiar a la hora de la cena. Con toda seguridad, no dejó ni los bordes.

Fotos: Telecinco / Lecturas / Instagram