El día ha llegado. El piso en el que Teresa vivió sus últimos años de vida está prácticamente vacío. Adiós a su armario, a su ropa, al sillón en el que resposaba cada mañana y al espejo al que tantas veces se asomó para comprobar su 'look'. La Campos fue la presentadora más coqueta de los últimos tiempos y así lo demuestran sus pertenencias.
Desde muebles que alcanzan los 6.000 euros hasta zapatos o bolsos no aptos para bolsillos corrientes. Teresa fue una gastadora nata, una verdadera aficionada a las moda. Le gustaba ir a la última y jamás repetía modelito en pantalla. Hasta el último de sus días en televisión llevó puestos sus tacones. Ni cien metros era capaz de caminar, pero lo importante era la imagen.
En este momento, sus hijas están terminando de recoger las cosas de Teresa. La mayor parte de ellas serán vendidas, a excepción de varios libros que reclamó Alejandra Rubio y algún complemento especial. "Nosotras tenemos nuestras casas montadas y es absurdo conservarlo", dijo Borrego, tal y como recuerda Informalia.
En cuanto al proceso de vaciado, no está siendo fácil: "El primer día que entras es muy duro porque no te atreves a entrar. Pero a mí luego me ha dado paz estar allí con sus cosas, con su olor… Las cosas que más quería mi madre las tenemos nosotras. Tener ciertas cosas de mi madre en nuestras casas hace que esté un poco más cerca de nosotros, aunque desgraciadamente esté tan lejos".
Fotos: Gtres / Telemadrid
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