Victoria Federica es amante incondicional de la buena vida. Al igual que su yayo, el exiliado Juan Carlos, la joven tiene predilección por los buenos restaurantes, las fistas con amigos y las corridas de toros. No hay nada que más guste a Victoria que un domingo de toros, colegas y vino tinto. Le pese a quien le pese, ella es una mujer tradicionalmente fiestera y no cambiará sus hábitos por ningún hombre.
Le gustan los chicos, pero no las ataduras. Desde que cortó con Jorge Bárcernas, la hija de doña Elena ha conocido a varios maromos, pero no ha formalizado su relación con ninguno. El último fue el piloto de Moto3 Albert Arenas, con quien fue pillada tonteando por las calles de Madrid.
Al parecer, se conocieron por unos amigos en común y tuvieron un 'affaire' que no duró demasiado. Él es un deportista de élite obligado a cuidar sus hábitos y horarios. Ella, en cambio, prefiere la vida Borbona y sale siempre que puede. Se pasea por distintos eventos cada semana, sale a cenar cada dos por tres y le pierden los chiringuitos de Ibiza o Marbella.
Las vidas e intereses de ambos son radicalmente distintos, y es por eso que Vic y Jorge habrían decidido dejar de verse, tal y como recoge Informalia. Eso sí, a la hermana de Froilán no parece haberle importado demasiado. No está hundida, triste ni melancólica. Le espera un verano plagado de fiestas y mucho cachondeo, y eso es lo que le importa.
Fotos: Instagram y Gtr
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