El príncipe Harry arrastra un trauma todavía mayor que el de Paris Hilton cuando desapareció su adorado chihuahua. El pobre hombre lleva años callando algo que marcó un antes y un después en su relación con Meghan, y en sus memorias, como no podía ser de otro modo, lo ha confesado. Sin pudor alguno, el que fuera nieto de Isabel II ha hecho públicos sus sentimientos al observar cómo su mujer hacía tucu-tucu con otro hombre en la serie 'Suits'.
Lo cierto es que la apreciación que hace Harry en este sentido no es para enorgullecerse. Es más, se ha retratado ante todo el planeta como un hombre arcaico, trasnochado y celoso. Al parecer, el príncipe no llegaba a comprender la profesión de su esposa, y en un acto nada generoso por su parte, buscó las escenas de sexo que Meghan protagonizó en su faceta actoral y aquello se le quedó enquistado.
Enfrentarse a las escenas pincantonas de su chica con otro maromo le sentó como una patada en el culete. Y sí, Meghan estaba actuando y era su personaje, la abogada Rachel Zane, quien se acostaba en pantalla con Mike Ross, interpretado por Patrick J. Adams, pero a Enrique no le moló ni un pelo.
Tal y como recoge 20minutos, Harry se quedó en shock cuando vio a la que entonces era su novia comiéndose el boquino con otro: "La vi a ella y a un compañero de reparto morreándose en una especie de oficina o una sala de conferencias... y la verdad es que no necesitaba ver esas cosas", relata el propio Harry.
Pero la cosa no queda ahí. El pelirrojo más famoso del planeta tierra asegura que no le importaría recibir "terapia de electrochoque" para superar semejante trauma. Increíble pero cierto. Años después, parece que Enrique no supera haber visto a Markle cumplir con su guion como una profesional.
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