Pablo Urdangarín vuelve a dar la cara tras el escándalo de su padre: se acuerda de su madre y lanza un dardito a Ainhoa, la novia de Iñaki

Este pasado miérocoles de revistas se despertó con unas cuantas familias desestructuradas presidiendo los quioscos de cabecera de nuestros barrios. Entre las principales cabeceras llamó especialmente la atención (hasta a los informativos de televisión) la mirada perdida con melena al viento de la infanta Cristina, que parece estar girándose tras cruzarse por el paseo marítimo con su señor esposo Iñaki Urdangarín cogido de la mano de una misteriosa mujer.

Según publicaba la revista 'Lecturas', el jugador de balonmano con la mano más grande de España ahora emplea la extremidad con la que metía goles en hacer manitas con una señora a espaldas de Cristina (a la que mete ahora los goles). Los cuernos reales se han dado en el País Vasco francés (en Bidart) mientras que la madre de sus hijos seguía haciendo su vida de infanta de limón en Suiza. ¡Urdangarín, que te han pillado con el carrito del ilusionado!

Uno de los mayores afectados por el affaire de Iñaki con Ainhoa Armentia es su hijo Pablo Urdangarín, el Tiktoker de Palacio (que es un poco lacio). El Troy Bolton (Zac Efron en 'High School Musical') atendió ayer, al saltar la noticia, a la prensa de lo más educado a pesar de estar en uno de los momentos más duros para cualquier chaval guaperas de su edad: el salir de la peluquería. ¡Con lo poco contento que solemos salir de esos sitios donde los profesionales nunca te hacen casos y lo amable que estuvo Pablito!

"Es un tema familiar, son cosas que pasan y lo hablaremos entre nosotros", comentó a la salida de unos de los salones de Llongueras echándole un cable a su padre, con el que siempre ha mostrado especial conexión. No descartemos que haya sido Pablo quien le haya dado unas clases de seducción millennial a Iñaki o, incluso, quien le haya abierto un perfil en una red social de ligoteo para maduritos exigentes para que su padre se desquite un poco tras tanto encierro.

Hoy jueves, el pobrecito de Pablo ha tenido que lidiar otra vez con la insistencia de los paparazzis y ha acabado confirmando que, dada la distancia a la que se encuentra de su madre (él vive en Barcelona y ella en Ginebra), no tiene muy claro cómo ha afrontado la infanta la noticia: "De eso no estoy seguro. Lo tendremos que hablar en algún momento y lo averiguaremos poco a poco", contestaba a una periodista que le preguntaba por si su madre conocía que su padre tenía pareja extramatrimonial.

El jugador de balonmano del Barcelona ha incidido en que este es un "tema familiar" y ha lanzado una pullita muy sutil a Ainhoa, la actual churri de su padre, ya que parece haberla incluido en la lista de conversaciones pendientes que ha tenido que abrir en las notas de su móvil desde que se hizo pública la noticia: "Está bien, está bien. Estamos todos bien, en general. Estamos contentos. Es un tema que tenemos que hablarlo y poco más", decía abriendo la posibilidad de sentarse con su padre y su nueva madrastra plebeya.