Si ya de por sí una novia derrama lágrimas, sudor y pestañas postizas en los preparativos de su gran día, imagínate ser Letizia Ortiz y que tu bodorrio se convierta en el sarao de la década, con cientos y cientos de ojos sobre tu persona y que tu futuro esposo te convierta en la queen de España.
Y es que ya han pasado casi 19 años desde que nuestra adorada monarca hiciera el paseíllo hasta el altar mientras un nerviosito perdido Felipe VI la esperaba dispuesto a entonar el "Sí, quiero". Sin embargo, aquel día no le resultó nada fácil a la mami de la princesa Leonor y no precisamente por los nervios del momento.
Tal y como cotillean en 'ElNacional.cat', el 22 de mayo de 2004, fecha en la que tuvo lugar la boda royal, la reina se levantó con la cabeza ardiendo y con la fiebre muy alta, síntomas del catarro que acarreaba desde hace días y por el que acudió medicada al evento (como haría cualquier hijo de vecino).
También, según el citado medio, a raíz de esta dolencia, Letizia habría adelgazado algunos kilos poco antes de casarse, por lo que tuvieron que hacerle arreglos de última hora al espectacular vestido que se agenció para el encuentro. Aunque eso sí, ella se comportó como una campeona y nadie se dio cuenta de su estado de salud.
Fotos | Gtres e Instagram de @casarealdeespana
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