Después de probar la pizza y los bocatas de El Tuno, Leonor ha querido vivir en sus propias carnes la experiencia de comprar en una papelería. Al parecer, la heredera se está esforzando al máximo por vivir una vida común, ordinaria y vulgar. Quiere ser una alumna más de la academia y así pretende que la traten sus colegas. Precisamente por eso, Leonor se ha dado un paseo hasta la imprenta más cercana para comprar el material escolar necesario para sus estudios.
Como cualquier otro mortal, Leonor tomará apuntes, subrayará el contenido importante y tapará con típex sus faltas ortográficas. Está dispuesta a leer, escribir, estudiar y sudar en el gimnasio como el resto de sus compañeros. Y si tiene que pasearse por Zaragoza para hacer creíble su humanidad, no hay problema. Tras salir de cañas con sus compis, ha ido a pillarse una cuantas carpetas, cuadernos y bolígrafos.
Así lo cuentan desde el Heraldo de Aragón. La joven Leonor, acompañada por sus compañeros de cuartel, entró en una librería de la capital aragonesa sobre las 18:00 del sábado. "Mis compañeras se quedaron sorprendidas cuando vieron a la princesa en la tienda, pero ella se portó como cualquiera del grupo de cadetes que entraron juntos", comentaba la dueña del local.
Nadie esperaba semejante visita. Las trabajadoras hacían sus labores habituales con total tranquilidad hasta que Leonor se coló en el negocio y se armó la marimorena: "Es verdad que hubo expectación al poder verla de esta manera y tan de cerca; las trabajadoras estuvieron inquietas", dijo la jefa.
Fotos: Gtres
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