El divorcio de Iñaki y doña Cristina se ha convertido en la historia interminable. Tras varios meses de negociación y después de haber cerrado el acuedo, ahora todo vuelve a sus inicios: Iñaki pide más que un fraile, la infanta se niega a soltar un duro y don Juan Carlos teme la publicación de unas memorias que podría denostar todavía más su imagen pública.
O le pagan lo que pide, o habrá cosnecuencias. En ese plan está Urdangarin. No contento con los dos millones de euros a tocateja y una indemnización mensual de 25.ooo, el ex duque de Palma pide más. Al parecer, considera que los años que pasó prisión deben compensárselos de algún modo. Él pagó el pato y estuvo entre rejas, y ahora, pretende que los Borbones le unten en pasta para vivir relajado el resto de su días.
La negociación parecía cerrada. Juan Carlos habló con su hija y le ordenó que aceptase el trato. Un par de millones y una estupenda pensión de por vida para Iñaki era lo acordado, sin embargo, a última hora, Urdangarin se vino arriba y subió su caché. La infanta, harta de tanta negociación, ha bloqueado el acuerdo.
Por el momento y hasta nuevo aviso, no habrá divorcio. El documento que separará para siempre a Cristina e Iñaki todavía no está firmado. Urdangarin está deseando hacerlo, pero las condiciones económicas que exige no convencen a su todavía esposa. Ella se mantiene firme: no soltara un euro más, y mucho menos para mantener al hombre que la engañó y a su nueva novia.
Tal y como asegura Vanitatis, la familia de Iñaki se ha posicionado en toda esta trama. Están al lado de su queridísimo Urdangarin y consideran que desde Zarzuela se cometieron verdaderas inusticias con él. Ana, la hermana mayor de Iñaki y ex confidente de la infanta, "se ha convertido al republicanismo y es casi anarquista, odia todo lo que tiene que ver con la familia real, siempre los culpó a ellos y ahora también a Cristina", aseguran desde el citado medio.
Fotos: Gtres
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