Os voy a decir algo: estoy hasta las narices de leer cosas de las princesas y reinas, pero la culpa la tiene casi toda nuestra querida Leti. Y esta vez tengo que hablar de Kate Middleton. La bendita debe estar poniendo esta cara a todos esos periodistas que no paran de meterse con su delgadez extrema, que apareció en escena y parece que no hay otra cosa de la que hablar.
Después de dos semanas sin aparecer mucho por ahí, Kate Middleton ha estado este martes visitando la escuela Blessed Sacrament de Londres con un vestido rojo y todo el mundo habla desde entonces de que se le ha ido de las manos la operación bikini y se está quedando en nada.
Podéis ver las fotos del día en cuestión por aquí, que la de portada es de archivo y viene a demostrar que esta chica siempre fue de cinturita estrecha, no sé. Cuentan las malas lenguas que Kate sigue una dieta a base de alimentos crudos, gazpacho o ensalada de sandía y que bebe solo leche de almendras. Vamos, una ricura que espero que no sea cierta y se esté exagerando, que sano no es.
Con todas mis buenas intenciones le digo a la duquesa de Cambridge que además de la cara de asco se venga pa'Galicia de visita unos días, que me la llevo de furancheo del bueno y ya verá lo rápido que gana unos kilos. El problema va a ser que los gane yo, que a ver quién se resiste a un pulpito de mi tierra, unos calamares, una tortilla, unos chorizos al vino y un churrasco. ¡Oish!
Vía | vanitatis
Foto | Gtres
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