El yayo Juan Carlos rara vez no es generoso con los suyos. Ya se encargó durante su reinado de acumular millones en dudosos puntos del planeta y, ahora, tiene tiempo de gastárselos en fiestas de graduación, hoteles caros o coches para sus nietos. Froilán y Victoria lucen un par de Audis de lo más molones, y no tardaremos en ver a Irene paseando su primer carrazo por las calles de Ginebra.
Todo el mundo quiere un coche nada más obtener el permiso de conducir. Hay quien ahorra y lo compra, la mayoría se conforma con el vehículo familiar y los Borbones tiran de yayo. Así de sencillo. Juan Carlos, el abuelo milloneti, es el pagador perfecto y jamás da un no por respuesta. Es generoso y disfrutón por naturaleza. Le gusta agasajar, y más si cabe a sus nietos.
Victoria, fan incondicional del emérito y del dinerete que este maneja, ya aconsejó a su prima Irene en un par de ocasiones sobre lo que debía hacer: pedirle el coche al abuelo. Federica no se corta y mucho menos con su queridísima prima. Tienen confianza y en los últimos meses han compartido alguna que otra juerga. Estuvieron en Málaga, después las vimos en un karaoke y también compartieron tiempo y espacio en la graduación de la joven Urdangarina.
"El coche se lo sacas al abuelo", le comentó la hija de doña Elena a la hija de doña Cristina. Y así será, o al menos eso parece. Tal y como publica Informalia, don Juan Carlos le prometió un vehículo a su nieta menor y esta habría viajado hasta Abu Dabi para cerrar el trato y elegir modelo.
Fotos: Gtres
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