"Fueron solo 5 minutos, le di una palmada en el trasero y recuerdo su ropa interior", asegura Sasha Walpole, una mujer de 40 tacos que, en su día, hizo 'tucu-tucu' con el Príncipe Harry sin saber que aquel polvete sería conocido en el mundo entero. Fue el propio Enrique quien contó en su libro que fue desvirgado a los 16 por una chica mayor, en mitad del campo y con un ciego de tres pares de narices.
Y así fue. El príncipe no mentía. Esa mujer era una amiga que vivía cerca de Highgrove, residencia familiar de Carlos y Camilla, en Gloucestershire, a dos horas de Londres. Era rubia, ya había cumplido los 19 y aquella tarde, como cualquier otra, estaban de fiesta en un pub cercaco cuando saltó la chispa del deseo.
No fue premeditado. Ni siquiera demasiado deseado. Fue una especie de calentón provocado por la cantidad ingente de tekila que habían consumido: " Un apasionado jugueteo de cinco minutos... Yo no sabía que él era virgen, no pensé en eso entonces. No tenía pinta de que fuera virgen, parecía saber lo que estaba haciendo. Pero al pensarlo después supe que era virgen", asegura la que fuera amiguísima de Harry, tal y como recoge Informalia.
"Una cosa llevó a la otra. Terminamos en el suelo. Fue apasionado y chispeante aunque no deberíamos haberlo hecho... Le di un cigarrillo a Harry. Encendí el mío y luego el suyo. Al acabar los Marlboro Lights, simplemente sucedió. Empezó a besarme. Llevaba calzoncillos. No hubo charlas, ni palabras", relata Sasha. "No recuerdo que ni nos besáramos después. Fue como, ok, ¿a dónde vamos ahora? Estuvimos fuera durante 15 minutos, pero el sexo duró unos cinco minutos".
"Después le agarré el trasero y le di una bofetada. Fue con una mano. Tenía un hermoso trasero color melocotón", termina comentando la protagonista.
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