Esto se veía venir… pasó por ello la princesa Letizia y era más que normal que a Kate Middleton le hicieran pasar por el mismo aro. Pero seguro que alguno de vosotros se pregunta que es eso del síndrome de las princesas, que le suena más a cuento de ogros y dragones que al problema serio que en verdad es. Pues es muy sencillo: cuando una llega a ser princesa, por higos y por brevas empieza a perder peso de manera exagerada hasta el punto de enfermar debido a ello.
Si somos un poco inteligentes y pensamos veremos que el asunto además de ser de todo menos para tomárselo a risa, es lógico, puesto que en muy poco tiempo ha sido sometida a una presión que ya me gustaría vernos a nosotros manteniendo el tipo y aguantando sin perder una mísera talla habiendo días en los que lo último que te apetece es meterte algo de comer a la boca. Es mucho el estrés al que se ven sometidas y estas cosas al final acaban pasando factura como tiene que ser. Primero fue Lady Di, luego le ocurrió a la princesa Letizia y ahora le llega el turno de la maldición de las princesas a Kate Middleton. Nadie se salva.
Al parecer ha pasado de una talla 38 a una 34 en tan solo unos meses. Se le han quitado las ganas de comer, a veces le vienen vértigos y a la vista de las últimas fotos queda patente que está perdiendo peso a marchas forzadas. Y no solo eso sino que además parece que le influye a la hora de quedarse embarazada:
Cada vez que sale el tema de los niños Guillermo le mira pero ella no sabe qué hacer. Está demasiado delgada para quedarse embarazada y no está en forma para tener a ese ansiado hijo que tanto desean
Esto según fuentes cercanas a la pareja que afirman que o coge un poco de peso y se la empieza a ver más sana, o no hay tu tía con lo del niño. Vamos, que le hace falta un buen cocido con el que poder alimentar al niño. Y ella por su parte no dice nada, que al parecer la idea de ser madre le puede por encima de todo y no quiere aliemntarse a base de rumores de prensa amarillista. En el fondo prefiere hacerlo de buenos bistecs, como tiene que ser.
Foto | Gtres