Escándalo por un posible intento de secuestro a Froilán de Marichalar: asaltan su alojamiento con gas somnífero

Señoras y señores, por extraño que parezca, podría existir una banda interesada en raptar a Froilán de Marichalar. El pasado 30 abril, una banda de delincuentes armados asaltó la villa de lujo en que se encontraba el nietísimo de Don Juan Carlos, que decidió pasar el fin de semana en Ibiza con unos colegas. Lo que en un principio iba a ser un sábado de fiesta y borrachera, terminó con 18 agentes de policía en la vivienda alquilada por 'Pipe'.

Con motivo de la fiesta organizada por el hotel 'W Ibiza', Froilán se desplazó hasta la isla con el único objetivo de correrse una buena juerga. Junto a unos amigos, entre los que se encontraba el hijo de Guti (Aitor Gutiérrez), el hermano de Victoria Federica alquiló una villa de máximo lujo para sus días (y noches) de desenfreno en las Baleares.

El lugar era idílico. A juzgar por lo publicado en El Diario de Ibiza, el casoplón en el que se alojaba la cuadrilla de 'Froi' es uno de los lugares más exclusivos de la isla. Una villa con piscina, jardín, servicio privado, salones de infarto y, si te descuidas, hasta unas 'Mama Chicho' al servicio del cliente.

El alojamiento de Froilán era un pasote en toda regla, pero su lujosa estancia se truncó con la llegada de unos criminales. Tal y como publica el mencionado diario, una banda criminal se coló en la propiedad con pasamontañas y gas somnífero. Gracias a la rápida actuación del personal de servicio, abandonaron la casa antes de llevar a cabo cualquiera de sus intenciones.

En cuanto al asalto, se manejan dos hipótesis: robo o secuestro. En la vivienda había un reloj valorado en un millón de euros, pero también había alguien cuyo rescate podría pagarse muy caro: Felipe Juan Froilán de Marichalar. Son solo especulaciones, pero... ¿será cierto que alguien ha intentado raptar al hijo de Doña Elena?

En cualquier caso, lo cierto es que el joven no tiene pinta de ser un buen rehén. Cuando tan solo era un niño, ya controlaba el arte de la patada a las mil maravillas. Y ahora, en plena juventud, el muchacho necesita su ración diaria de 'techno' para sobrevivir. ¿Qué secuestrador podría aguantar eso? ¡Já!