Son ya tres años lejos de los suyos, apartado del país en el que un día reinó. Don Juan Carlos, justa o injustamente, vive aislado de la tierra por la que tanto trabajó en un pasado, y sueña cada noche con un pronto regreso. Recibe la visita de familiares y amigos con cierta asiduidad, pero él quiere pisar suelo español, tomarse una cañita apoyado en cualquier barra y degustar un buen jamón ibérico con sus colegas.
El emérito es un profundo amante de la cultura española, y aunque en Abu Dabi vive como una auténtico jeque, él disfruta mucho más de una buena regata en Sanxenxo, donde cada temporada se reunía con amigos para navegar durante horas. Y sí, Juan Carlos pretende volver a hacerlo, pero Felipe se lo tiene prohibido, tal y como publica El Confidencial Digital.
En su última visita a España, al emérito lo pusieron a caldo por acudir a sus adoradas regatas. Fueron muchos los que no entendieron cómo Juan Carlos pudo tomar tal decisión, y en Moncloa alguien alzó la voz. Al parecer, desde el Gobierno tampoco vieron con buenos ojos semejante escándalo y Felipe fue advertido.
A raíz de aquello, se acabó el mar, las vacaciones y todo lo que tenga que ver con el ocio. Juan Carlos puede regresar a España, pero Felipe le ha pedido que no acuda a Sanxenxo para evitar un alboroto que no traería ningún beneficio a la monarquía.
Fotos: Gtres
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