Los rumores son ciertos. Aquello que se dijo sobre Letizia, las mismas habladurías que describieron a nuestra reina como una auténtica obsesa con la alimentación, cobran ahora más sentido que nunca. Doña Leti, adicta al deporte y 'hater' total de cualquier fritura o chuchería, movió hilos en el colegio de sus niñas para evitar los ultraprocesados... ¿Bollería? ¡Atrás!
La esposa de Felipe VI no conoce los domingos de pizza, peli y manta. Jamás se ha metido un atracón en el McDonalds y tampoco se ha puesto tibia a gominolas en el cine. No celebraba los cumpleaños de sus hijas con gusanitos ni con sandwiches de nocilla. Ella siempre, si excepción alguna, se ha mantenido firme en lo que respecta a la alimentación. En Zarzuela se come limpio, natural, freso y de calidad.
Pero no solo en Palacio existe 'la dieta de la Leti', también fue instaurada en el colegio al que fueron sus hijas. Se trata del centro Santa Maria de los Rosales, el mismo al que acudió Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos. No compartieron aula, pero sí estuvieron en el mismo colegio durante un periodo de tiempo concreto. "Era feliz y tenía amigas", comentaba la joven tertuliana en Telecinco.
En lo que respecta al comedor, Alejandra aseguró que hubo un cambio en el menú cuando las Borbonas llegaron al centro: "La comida empezó a ser mucho más sana... siempre se ha comido muy bien", relataba. Lejos de criticar aquel cambio, ella lo agradece: "No lo veo como algo malo. Querían seguir una dieta sin tantos rebozados. Cambió el menú, pero era para todos".
Fotos: Gtres
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