El próximo sábado Julio la ex-deportista de élite ganadora de un oro en los juegos de África en la modalidad de nado libre, se convertirá por obra y gracia del poderío real monegasco en Alteza Serenenísima, que así es como habrá que referirse a ella de manera oficial (es decir este será su tratamiento), aunque su título será el de Princesa de Mónaco, al que se añade el de Marquesa de Baux y Condesa de Carlades, vamos que entre medallas y tiaras, Charlene va a necesitar unas buenas vitrinas en palacio, seguramente Alberto, su todavía prometido lo tiene todo pensado. ¿Será ella la que ponga un poco de cordura en el enrevesado Principado de Mónaco?, hagan sus apuestas.
Charlene Wittstock es una sudafricana blanca que nació en Bulawayo, también llamada la Ciudad de los Reyes (que premonitorio…), la segunda urbe más importante de Zimbabwe, hace 33 años, hija de un ejecutivo de cuentas y una monitora de natación retirada. Protestante reconvertida al catolicismo, tímida y de carácter muy sosegado, dicen los que la conocen que puede ser la princesa perfecta, más que nada por que su experiencia en el deporte. La lucha, la superación, la paciencia, pueden ser buenas armas para emprender la agradecida a la vez que sacrificada carrera de Alteza serena o Serenísima. Por lo menos la ‘cara de niña buena’, y no de haber roto un plato ya la lleva de serie, que eso siempre ayuda, hay algunas con una ‘cara de lagarta’, y no quiero señalar a nadie. Aunque como Catalina y Letizia tendrá que tragar saliva y respirar profundamente en más de una ocasión, que ya se sabe que las coronas pesan más en responsabilidades que en quilates, aunque algunas te pueden dislocar el cuello.
Remontémonos al pasado…cuando tenía 12 años sus padres decidieron trasladarse a la vecina Sudáfrica, este cambió marcará su vida, más que nada porque años más tarde en el ‘Encuentro Internacional de Nadadores’ celebrado en Mónaco Charlene se alzó con el oro (imaginaos si se ubiera quedado en su city natal) y es allí donde conoció uno de los solteros de oro (todo muy goldy) de las monarquías europeas, el flechazo surgió cuando la nadadora saludó al Príncipe, y este le hizo la entrega de la medalla. Haciendo un simil con la anterior princesa es curioso ver como se repiten las historias, en Mónaco se gustan de las rubias, y los príncipes ligan con guapas muchachas en eventos de gran repercusión mediática, recordemos que Rainiero conoció a Grace kelly el año 1954 en el Festival de Cannes, y como no podía ser de otra manera se quedó prendado de su fría y elegante belleza.
Cronología de un amor real, ¿sosegará Charlene los ánimos del Principe, rey de de los saraos, o por la contra lo animará (más si cabe)?
El año 2000 fue el año del cambio para Charlene, por aquel entonces el heredero del trono monesgasco hacía frente a rumores sobre su sexualidad, y además tenía que tragarse (más que nada porque no le quedaba otro remedio) los escándalos varios que día a día salpicaban a su Principado y afectaban directamente a sus miembros. Bueno la verdad es que en esta Casa Real, son expertos en no pasar desapercibidos y como buenos nobles, dar que hablar es una de sus principales virtudes, ya se sabe que hablen aunque sea mal. No es por hacer leña del árbol caído, que no nos gusta nada, pero vamos entre las aventuras de Estefanía, los novios de Carolina, y los caprichos de los nietos de Rainiero, esta casa real es una experta en dar titulares tan grandes a la prensa rosa, que saben posicionarse siempe como los breakings news del cotilleo más real.
En 2006 Charlene y Alberto fueron vistos juntos por primera vez, aunque ya se conocían desde hace seis años, las malas lenguas dicen que el amor había surgido antes, aunque no había una imagen que lo pudiera probar (al menos publicada), como todo el mundo sabe muchas fotografiás se compran y se archivan por intereses varios. En 2010 Charlene se convierte en miembro de la ‘Fundación de Nelson Mandela’, hay que ir fabricando el curriculum perfecto de princesa, y el 23 de Junio de ese mismo año se anuncia que la pajera está comprometida, como no podía ser de otra manera, Charlene lucía un anillaco de esos que te dejan ciego con tanto brilli-brilli.
¿Cuando nos vamos a Paris de Shopping?...tengo que renovar el prêt-à-porter
El dos de Julio se darán el sí quiero en en una ceremonia celebrada en el Palacio Grimaldi, ese día tendremos el flashback de la reciente boda de Guillermo y Catalina, y además recordaremos la de Don Felipe y la Princesa de Asturias, las comparaciones aunque odiosas, serán la comidilla del enlace, en el que por cierto parece que no está previsto que acuda ningún miembro de nuestra casa real, ¿por qué será?, ya se sabe que nuestro rey Don Juan Carlos no es muy de bodas, lo que no me entra en la cabeza es como Doña Elena no se ha animado, seguro que las dejaría a todas muertas con la elección de su vestido como ya lo hizo en la boda de Victoria de Suecia con su traje-capote en fucsia, ole, ole y ole.
Charlene llevará un diseño de alta costura en el que desde luego no se escatimará, firmado por el modisto italiano Giorgio Armaní (Privé), de las joyas incluida la tiara y zapatos poco se sabe, secretísimo de sumario, lo que es casi seguro es que al igual que ya hiciera Grace Kelly lucirá un gran velo bordado. Esperemos que ‘la Wittstock’ siga todos los consejos del diseñador, aunque del tema del bronceado ójala que haga caso omiso, seguro que Armani ya le ha recomendado que se de unos rayitos, ¡no lo hagas querida!
El propio Giorgio ha confirmado que está encantado de que la futura princesa consorte le haya elegido para tan señalado día, suponemos que en este menester las hermanísimas Carolina y Estefanía, abrán aconsejado a Charlene, porque a fashionistas reales, sobretodo la primera nadie les gana, además según cuentan las tres tienen una buena relación, a ver si Charlene le da algún truquillo a nuestra Letizia para camelar a las infantas, que como se dice, se comenta se rumorea, en pocas palabras, se tragan porque no les queda de otra.
Refinando a la futura Princesa, de ranita con Speedos, a cisne con Valentinos
Ahora también me dirán que me parezco a ‘La leti’
Charlene ha tenido que ir renovando y adaptando su estilo (no es el que el de antes fuera malo, es que no era royal) como les ha pasado a otras futuras princesas, su vestuario se ha ido volviendo más minimal y eso sí casi siempre de costura, firmas como Chanel, Dior, Armani, Saint Laurent o Valentino, son desde hace ya un tiempo sus maisons de cabecera. Su make up y pelo son también mucho más discretos. No creo que esto haya supuesto ningún problema a la futura princesa, porque acostumbrarse a vestidos de infarto, en lugar de bañadores de competición, no creo que le cueste mucho esfuerzo, ¿no os parece?
El rubio se ha acentuado y el sombras y el colorete se han ido matizando, hay quien afirma que además del proceso de pintura, ha pasado por el de ‘chapa’ y que Charlene se ha operado de la nariz, de ser cierto felicitar a su cirujano, por el buen a la vez que sutil resultado, tampoco es la única consorte en pasar por el quirófano sin ir más lejos, nuestra Letizia Ortiz hizo lo propio, aunque según Jaime Peñafiel se hizo un completo. Por su puesto que a partir de ahora eso de posar ligerita de ropa, como hizo no hace mucho, quedará relegado a los pillados de veraneo vía teleobjetivo y con marco de yate.
Desde Poprosa queremos felicitar a los futuros marido y mujer, que sean muy felices y por supuesto que coman muchas perdices, que es de todos bien sabido que es el plato ideal de unos príncipes, que como los de cuento se deben deber por y para su pueblo. ¡Felicidades Pareja!.
Fotos | Gtres