El funeral de la reina Isabel II está siendo un 'show' en toda regla. Diez días de actos, ceremonias y recepciones. Diez días de estricto protocolo que, gracias a la personalidad de don Juan Carlos, han adquirido un color algo más natural. Entre tanta formalidad, tanta lágrima y tanto luto, nuestro emérito se ha presentado en Buckingham con la mejor de sus sonrisas.
Juan Carlos tenía unas ganas locas de salir de Abu Dabi, y aunque hubiera preferido irse de comilona con sus colegas españoles, el entierro de la monarca británica le ha servido de excusa. El Gobierno Central hubiese preferido que se quedase en Emiratos, y en Zarzuela, que solo parecen obedecer ordenes, pensaban lo mismo. Sin embargo, Juancar, harto de tanto mandato, se pilló un avión y cruzó el charco lo más rápido que pudo.
En Londres se encontró con Doña Sofía, compartió espacio con Letizia y también con Felipín. Todo cotilla con cierta curiosidad monárquica esperaba con ansia aquel reencuentro. Tras varios meses sin verse las caras, padre e hijo coincidían fuera de España, y para sorpresa de todos, no hubo malas caras. Sofía, como de costumbre, aguantó el tipo sin mayor esfuerzo y estuvo junto a su marido cuando el protocolo lo exigía... ¡Y compartieron hotel!
A juzgar por las fotografías publicadas en las redes sociales oficiales de la Commonwealth, está claro que don Juan Carlos se lo pasó pipa. Sonriente en todo momento, el ex monarca saludó a gran parte de la Familia Real Británica, e incluso compartió algún chascarrillo. En un momento dado, el ex monarca incluso compartió risas con Doña Sofía, y Letizia, un poco flipada con la situación, no pudo evitar poner cara de sorpresa. O mejor dicho, de acelga.
Sí señor, la reina se quedó en shock cuando vio a su suegro a carcajada limpia junto a Doña Sofía, que parece no guardarle rencor a pesar de haber soportado siempre sus lios de faldas.
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